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Opa

Bruselas afronta bajo una fuerte presión política el análisis de la opa de Mittal

Lakshmi Mittal presentó ayer a las autoridades comunitarias su oferta por Arcelor. Si la opa ha conmocionado a la siderúrgica, su tramitación en Bruselas no va a ser menos explosiva. La Comisión Europea se juega buena parte de su credibilidad como autoridad neutral de competencia y garante de la libre circulación de capitales.

Hacía años que una posible fusión empresarial no hería en Europa tantas susceptibilidades ni provocaba el disgusto de tantas autoridades. Pero la opa de Mittal Steel por Arcelor no sólo ha puesto en jaque a los gobiernos de los principales países donde opera el gigante europeo (España, Francia, Bélgica y Luxemburgo) sino que ha colocado también en una situación muy comprometida a la Comisión Europea.

Nada menos que el vicepresidente de la Comisión, Gunter Verheugen, y la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, recibieron ayer en Bruselas a Lakshmi Mittal para conocer los detalles de la oferta. Bruselas es, quizá, el primer hito de su gira europea en el que el millonario indio encuentra algo de comprensión. La Comisión, al menos, no se declaró ayer abiertamente hostil a la operación.

El equipo de Kroes afirmó tras el encuentro que, una vez notificada la posible fusión a Bruselas, la dirección general de Competencia se limitará 'a evaluar si existe la posibilidad de que tenga algún impacto adverso en la competencia del sector dentro del mercado europeo'. La comisaria Kroes deberá hacer un alarde de independencia para resistir la presión de las capitales europeas que se oponen a la integración de Arcelor en Mittal.

Sus antecesores, Karel van Miert y Mario Monti, libraron durante años ese tipo de batallas. Para la comisaria holandesa, la opa de Mittal supone el primer desafío de envergadura europea en los 15 meses que lleva al frente de Competencia.

Las características de Mittal también pondrán en el punto de mira a otros departamentos comunitarios. La empresa tiene el domicilio fiscal en Holanda, lo que convierte en ilegal cualquier obstáculo injustificado a sus inversiones en la UE. El comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, se ha mostrado muy beligerante contra Varsovia y Roma para defender las opas transfronterizas en el sector bancario. Falta por ver si demostrará el mismo coraje político si las trabas proceden de París o Madrid y afectan a un sector altamente sindicalizado.

Ayer mismo, los sindicatos europeos del metal rechazaron de forma unánime la opa y acordaron pedir una reunión tanto con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, como con el del Parlamento Europeo, Josep Borrell, para tratar el tema.

Por su parte, el presidente de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker y el primer ministro francés, Dominique de Villepin, escenificaron su 'acuerdo' sobre las 'reacciones' para frenar la operación, aunque sin especificar cuáles serán éstas. Juncker llegó a advertir sobre una 'reacción no menos hostil' que la opa.

Mittal, que avisó ayer de que no teme a los políticos, explica hoy su operación en Madrid, donde espera reunirse con el vicepresidente económico, Pedro Solbes.

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