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Energía

El Gobierno quiere que Repsol baje su participación en Gas Natural

Economía teme que la presencia relevante de Repsol en Gas Natural pueda dejar al grupo resultante de la opa sobre Endesa en manos de algún grupo extranjero que pudiera comprar la petrolera. Esta cuestión no será una de las condiciones de la opa, que se conocerán el viernes, pues aquéllas sólo se imponen a Gas Natural, pero el Gobierno busca mecanismos para solventarla.

En el marco del análisis de la opa de Gas Natural sobre Endesa que mantienen el Ministerio de Economía, el de Industria y Presidencia del Gobierno, el departamento de Pedro Solbes ha expresado su temor al peligro que supone la presencia destacada de Repsol en el capital de la empresa energética que resultaría de esta operación.

El argumento del equipo del Ministerio de Economía es claro y así lo expresa un alto cargo: 'Con un 30% del capital de Gas Natural, o el que resulte diluido tras la concentración el 15%, si Repsol recibe una opa de otra petrolera, ésta podría pasar a controlar el sector energético español: el petróleo, el gas y la electricidad'.

Este temor a la vulnerabilidad de Repsol se agrava estos días con el derrumbe de su cotización tras el anuncio de una rebaja del 25% en la contabilidad de sus reservas y con el fin del veto (golden share) que el Gobierno tiene sobre cualquier inversión extranjera en Repsol.

En este sentido, el ministerio que dirige Pedro Solbes no cree que el tamaño del grupo resultante 'pueda hacer más fuerte al nuevo grupo energético, que es una de las razones que justificarían la fusión, mientras la empresa que dirige Antonio Brufau tenga en él una posición importante', aseguran las mismas fuentes. Además, otro argumento en favor de una salida de la petrolera del capital de la nueva energética es que ésta aplacaría las acusaciones de control político por parte de los que se oponen a la opa.

En cualquiera de los casos, según distintas fuentes consultadas, esta cuestión no será recogida el viernes entre las condiciones de la opa, 'porque las condiciones se imponen a Gas Natural, no a Repsol, y sólo se refieren a aspectos relacionados con la competencia', indican.

Respecto a la posibilidad de que el asunto pudiera formar parte de alguno de los mandatos que el Consejo de Ministros recibirá el viernes para abordar una reforma del mercado de la electricidad, 'es algo que también resulta improbable, aunque el Gobierno podría aprobar una resolución posterior, que debería, en cualquier caso, estar muy fundamentada', indican fuentes cercanas al Gobierno.

Sea como fuere, los accionistas del grupo resultante (además de Repsol, la Caixa, con un 32%) no tienen a priori ninguna incompatibilidad legal, pues ninguno de los dos está presente en el consejo de ningún competidor. Sí deberían, en cambio, renovar el pacto parasocial que Repsol y La Caixa mantienen en Gas Natural, que les permite nombrar consejeros y los cargos ejecutivos de la gasística.

Frente a un apoyo más decidido por parte de Moncloa e Industria a la opa, Economía ha mantenido una posición más distante respecto a las empresas, aunque tampoco ha querido poner obstáculos a la operación, indican fuentes de este ministerio. Porque, además de no creer que el tamaño del grupo lo blinde contra inversores extranjeros, mientras esté en él Repsol, el equipo de Economía tampoco confía en que la mayor dimensión de la nueva empresa le permita competir en otros países. 'Ninguna gran eléctrica europea compite fuera de sus fronteras', señalan en Economía.

Brufau opta a 'una participación significativa'

Al día siguiente de la opa sobre Endesa, Repsol anunció su intención de desinvertir temporalmente una parte del 31% del capital que tiene en Gas Natural (concretamente, un 20%). Se trata de un derecho que la petrolera se reserva para después de la opa, pero que quiso anunciar al comienzo de la misma para 'evitar acusaciones de falta de interés por el nuevo grupo', indica. En realidad, se trataría de una operación financiera, con la que el grupo quiere monetizar su inversión mediante una emisión de deuda, manteniendo los derechos políticos 'durante varios años y participando en la revalorización de las acciones que hoy posee', según indicó en el hecho relevante remitido a la CNMV el 6 de septiembre.Esta promesa no supondría, por tanto, la cesión del 20% de Gas Natural, tal como argumentan en la compañía, ante el temor expresado por el Gobierno sobre su presencia en el accionariado, pues mantendría los derechos y podría reconvertir la deuda recuperando el capital. Así, 'teniendo en cuenta la relación industrial con Gas Natural', Repsol manifestó a la CNMV 'su intención de mantener como inversión permanente una participación significativa en el grupo resultante de la opa'. Además de este aparcamiento temporal de acciones, que le dejaría con un 10% de la gasística, si la oferta prospera, este capital quedaría diluido hasta la mitad (el 5% en este caso, o el 15% si no monetiza, pero, siempre, con los derechos políticos por el 15%). Todo ello dependiendo del nivel de aceptación de la opa.Por el contrario, el primer accionista, La Caixa, con un 32%, se ha reservado el derecho a incrementar su participación para compensar la dilución que se producirá tras la ampliación de capital prevista tras la opa.

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