El último día de Greenspan al frente de la FED
Alan Greenspan pone hoy fin a los 18 años de mandato al frente de la Fed, la reserva federal estadounidense. Greenspan ha sido mucho más que el presidente de un organismo equivalente a un banco central. Sus advertencias públicas le han convertido en la conciencia económica y financiera de Estados Unidos. Deja la economía de su país creciendo por encima del 3%, el mercado laboral tocando el pleno empleo y la inflación contenida.
El mundo es consciente de que no cabe minimizar la figura de Greenspan quien, además de los logros antes citados, ha tenido un papel decisivo para que EE UU se hiciera con el liderazgo en tecnologías de la información. Y es que el economista ha sido uno de los artífices de la tercera revolución industrial y del gran salto en la productividad que ha conllevado. También ha sido quien, desde hace dos años, lleva administrando la medicina de una lenta pero constante subida de los tipos de interés. De hecho, en su comparecencia de hoy tras la reunión del consejo, probablemente subirá los tipos 25 puntos porcentuales.
Los analistas coinciden al decir que Greenspan se va con los deberes hechos: la actividad económica sigue expandiéndose en EE UU, por décimo trimestre consecutivo, por encima del 3% del PIB, un nivel que en Wall Street se considera sólido y saludable.
Otro de los elementos que pasarán al legado de Alan Greenspan es que el alza en los precios se mantiene contenida y el paro se ha reducido, gracias a que en los últimos dos años se han creado casi cuatro millones de empleos en EE UU, más de los perdidos durante la recesión. En el lado de los problemas que deja, se sitúan el alza en el precio de la energía, la caída de la productividad y el incremento de los costes laborales.
La mancha en su legado
No todo han sido alabanzas. El éxito de Greenspan contrasta con otros indicadores que ponen en evidencia que la economía está "inusualmente fuera de equilibrio", como señalan desde Goldman Sachs. El déficit exterior y fiscal son excepcionalmente altos. Y ahora se le suma un nuevo riesgo: el déficit financiero de las familias. Los bajos tipos de interés han potenciado la fiebre del gasto de los hogares y elevado la especulación en sectores como el inmobiliario, advierte Goldman Sachs.
El papel jugado por Alan Greenspan durante el boom de los valores tecnológicos a finales de los noventa también ha sido muy criticado por los analistas, que le reprochan su incapacidad de reacción ante la crisis que se avecinaba. El mismo comentario vuelve a aflorar ahora, mirando hacia la espiral de precios en el mercado de la vivienda. La Fed empieza a hablar de burbujas regionales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) comparte esta opinión al analizar la situación de la economía estadounidense y, como la Fed, evita hablar de un problema nacional. Goldman Sachs advierte, sin embargo, de que la Fed puede toparse con algunas dificultades si estallan las burbujas.
Desde mañana, su sucesor, Ben Bernanke, debe enfrentarse a un crecimiento económico menor, aunque aún respetable, a un aumento de los precios del petróleo que persistirá, y al doble déficit exterior y de cuentas públicas de la mayor economía de la Tierra, los llamados Déficit gemelos. Por ello, si se equipara su sueldo al de Greenspan, recibirá 180.100 dólares.