Boicot en los estancos
Numerosos estancos han dejado de vender paquetes de cigarrillos Marlboro, la marca líder, tras su drástica rebaja de precios. Altria, la antigua Philip Morris, cambió su política comercial para enfrentarse a las marcas baratas y a Altadis. Por primera vez Marlboro cuesta menos que Fortuna, una decisión arriesgada, pero legítima, que refleja la competencia en el sector. Algunos estancos y bares acapararon tabaco en previsión de que el precio subiría, en vez de bajar, lo que les ha causado un grave perjuicio. Pero, como los estancos son una concesión estatal -monopolio reforzado por la ley antitabaco, que impide la venta en tiendas y quioscos-, el boicot puede implicar duras sanciones. Otro debate es si el tabaco debería tener un precio mínimo, por criterios de salud pública, lo que sólo puede decidir el Gobierno a través de mecanismos fiscales. Mientras esto no ocurra, las marcas son libres de revisar sus precios al alza o a la baja. Y el consumidor de elegir.