Aumenta la divergencia entre regiones en el pago de tributos
La fiscalidad autonómica se complica paso a paso. Para este año los Gobiernos regionales han vuelto ha introducir en sus leyes de Presupuestos un buen número de disposiciones normativas sobre tributos que dificulta la comprensión de los mismos para el contribuyente medio, según un documento de análisis, hecho público ayer por el Registro de Economistas Asesores Fiscales.
REAF advierte de que los 'cambios continuos y bruscos de las normas tributarias autonómicas están provocando una auténtica inseguridad jurídica' entre los ciudadanos.
Para 2006, las comunidades han vuelto a retocar el impuesto del patrimonio (Cantabria, Castilla y León y Extremadura), el de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos, el tramo autonómico del IRPF y el de sucesiones. Lo curioso es que, en su mayoría, son modificaciones de 'escasa entidad' y que afectan a deducciones fiscales (no al tipo de gravamen) a las que se imponen muchos requisitos para que no puedan llegar a utilizarse mayoritariamente por los contribuyentes. En casos como el impuesto sobre sucesiones no ocurre así. El hecho de que haya comunidades en las que el tributo esté casi suprimido (bonificaciones del 99%) y otras en las que funciona plenamente, dibuja un panorama nacional muy diverso en el que la herencia se grava de forma muy diferente dependiendo de donde haya residido a el fallecido.
Una herencia de 760.000 euros a repartir entre una viuda y sus dos hijos queda sin tributar en Madrid y Castilla y León (aparte de las comunidades forales) y, en cambio, tributaría por 5.167 euros en Canarias y 5.037 euros en Andalucía.
La dispersión fiscal autonómica puede llegar a ser irracional. 'En el caso de Madrid, comunidad que ha eliminado el impuesto de donaciones para familiares de primer grado, un contribuyente que done dos pisos a sus dos hijos, se puede encontrar con que la donación quedará exenta para el hijo que resida en la región y, en cambio, tributar al 100% para el que viva en Guadalajara', señala Pich, presidente del REAF.
En el caso del IRPF, las diferencias son menores, pero el juego de deducciones también provoca discriminaciones importantes.