Martín Berasategui lleva a Barcelona la cocina de Lasarte
Loewe, Yves Saint Laurent, Louis Vuitton, Carolina Herrera o Montblanc. El barcelonés paseo de Gracia ha sido siempre sinónimo de tiendas de lujo y desde hace dos años se está convirtiendo también en un polo de atracción de cocineros con estrellas.
Primero fue Fermí Puig el que abrió el restaurante Drolma en el hotel Majestic, en el número 68 de la avenida, con una estrella Michelin. Después Joan Roca, de El Celler de Can Roca, un establecimiento de Girona galardonado con dos estrellas, se hizo cargo de los fogones del hotel Omm, también en el paseo de Gracia. Y por último ha sido Martín Berasategui el que ha aceptado poner a disposición del comensal barcelonés sus recetas de tres estrellas en el restaurante del hotel Condes de Barcelona, ubicado en la esquina del paseo con la calle Mallorca.
El establecimiento se llama Lasarte, igual que la localidad vasca donde el chef abrió el restaurante que lleva su nombre y que le hizo famoso. Y no sólo el nombre lo evocará, su cocina también será una pequeña réplica de la del local vasco, adaptada a los productos de mercado de la cocina catalana. Así, ya no será necesario desplazarse al País Vasco para gozar de su cebolleta con manzana verde, del mil hojas caramelizado de anguila ahumada, de unas ostras con clorofila de berro, o del arroz cremoso con almejas y pulpo.
El Lasarte tiene capacidad para 35 comensales, en un espacio abierto, sin reservados, y con una bodega con 120 referencias. De momento, abrirá sus puertas de lunes a viernes y Berasategui se desplazará a Barcelona lunes y martes para seguir de cerca su evolución.
El cocinero y empresario vasco aspira a convertir su nuevo establecimiento en un referente gastronómico y estético de la capital catalana, gracias al trabajo de Ou Baholyodhin, un interiorista tailandés afincado en Londres. Su intención ha sido crear un ambiente que mezcla elementos vascos con toques de la Barcelona modernista que rodea el hotel. El resultado: un espacio sofisticado y elegante, de un diseño sobrio, en el que destaca una reproducción a gran escala de las baldosas del paseo de Gracia, diseñadas por el arquitecto Antoni Gaudí en 1904 para la cercana casa Batlló.
Martín Berasategui es también el encargado de la restauración del Kursaal de San Sebastián y del museo Guggenheim de Bilbao.