El PP aborta la intención de Piqué de presentar su dimisión
Cansado de las continuas interferencias promovidas desde la dirección nacional del PP, el ex ministro Josep Piqué, puso ayer tarde delante de Mariano Rajoy las cartas sobre la mesa: el proyecto con el que aterrizó en Cataluña es incompatible con las directrices que emanan de la sede central del partido y, en particular, de su secretario general, Ángel Acebes. Sólo el temor a provocar una crisis en el PP de ámbito nacional llevó a Piqué a renunciar de momento a su dimisión y a dar una oportunidad más a Rajoy. La reunión entre éste último y Piqué se producía pocas horas después de que el primero anunciara su intención de promover una recogida de firmas en toda España para la convocatoria de un referéndum sobre el Estatuto catalán. Se trata de una iniciativa popular que la Constitución en ningún caso prevé para leyes orgánicas, y el Estatuto lo es, por lo que está condenada al fracaso, al margen del impacto político que tenga.
Durante todo el proceso de negociación del Estatuto, Piqué ha tenido que hacer auténticos malabarismos para salvaguardar su dignidad como líder del PP en Cataluña. Primero participó en los trabajos de la ponencia del Estatuto y luego fue obligado a retirarse de la misma por orden de la dirección del PP. æpermil;sta decidió que era más rentable desgastar al Gobierno central con el Estatuto que consolidar al partido en Cataluña mediante el giro catalanista que ensayó Piqué.
El pasado lunes, cuando se conocieron los términos del acuerdo estatutario sellado entre el presidente Zapatero y el líder de CiU, Artur Mas, Piqué expresó algunas coincidencias relacionadas con la definición de Cataluña que se ha incorporado al preámbulo y el compromiso inversor. De forma inmediata, el secretario general del PP, Ángel Acebes, le desautorizó. Fue la gota que colmó el vaso, pero de momento Rajoy ha evitado que se desborde.