'Impasse' energético
Hace dos semanas, una breve riña entre Rusia y Ucrania sobre el precio del gas natural asustó a Europa. Hace una semana, otro temor se extendió por Occidente (...) cuando Irán rompió los sellos (...) de sus instalaciones nucleares, abriendo el paso a actividades de enriquecimiento de uranio (...).
Estos dos acontecimientos (...) nos muestran los peligros que supone depender de modo tan importante como lo hace Occidente de energía importada (...).
El presidente Mahmud Ahmadineyad (...) sabe lo que los líderes occidentales también saben pero no están dispuestos a decir: Occidente no puede hacer nada porque Irán tiene un arma para negociar -el petróleo- que le deja fuera de alcance. Irán es el segundo productor de petróleo de la Organización de Productores y Exportadores de Petróleo, por detrás de Arabia Saudí, y tiene cerca del 10% de las reservas de petróleo contabilizadas (...).
Está claro que disminuir esta dependencia (...) debería estar entre las prioridades (...). Pero no tal y como el presidente Bush y el vicepresidente Cheney parecen preferir, forzando el camino hacia la independencia (...). Una solución mucho mejor sería un compromiso nacional para el uso de vehículos más eficientes y el desarrollo de nuevas energías como los biocombustibles (...).