La economía alemana confirma su ralentización
El Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania creció un 0,9% en 2005, siete décimas menos de lo que aumentó un año antes. El dato coincide con las previsiones de los analistas, que también habían pronosticado un crecimiento del 1,1% en términos ajustados a efectos del calendario, dato también confirmado por la Oficina de Estadística del gobierno federal germano. La demanda interna sigue sin despegar, uno de los principales escollos que debe salvar el recién estrenado ejecutivo de Angela Merkel.
Como en años anteriores, el crecimiento de la primera economía europea estuvo liderado por la demanda exterior, ya que las exportaciones se incrementaron un 6,2%, mientras que las importaciones subieron un 5%. Sin embargo, con ser el motor de la economía alemana, las exportaciones no influyen en la creación de puestos de trabajo, cuya escasez es, junto al bajo consumo, uno de los problemas centrales de Alemania.
Los deseados efectos de la reforma laboral se hacen esperar. Los economistas aseguran que, por mucho que se reforme el mercado laboral, no habrá un descenso significativo del desempleo mientras la economía alemana no crezca. Aunque el PIB creció tímidamente el año pasado, falta la chispa que encienda el consumo privado, que supone un 60% del crecimiento alemán. El miedo a perder el puesto de trabajo, acompañado de la reducción real de los salarios que se ha producido en los últimos años, hacen que los alemanes gasten poco. A esta tendencia, que dura ya más de tres años, se suma el aumento de los precios del petróleo, que consumen el poco margen que podía quedar.
Angela Merkel ya ha aprobado poner en marcha un paquete de medidas por valor de 25.000 millones de euros para volver a situar la economía alemana entre las tres más potentes de Europa en 10 años. Destacan la creación de empleo con flexibilización del despido- y el retraso progresivo de la edad de jubilación a los 67 años. También ha anunciado ayudas estatales a los mini-empleos, para favorecer "empleos pagables" y "sueldos con los que se pueda vivir", así como la iniciativa Más de 50, para ofrecer empleos a personas por mayores de esa edad.