Equipos de cine en casa sin cables
Los aficionados buscan sistemas que ofrezcan calidad de sonido, diseño minimalista y más prestaciones
Los equipos estéreo ya no seducen. Igual que los televisores de tubo o la cinta de vídeo, los equipos de alta fidelidad y las minicadenas empiezan a desaparecer. Hoy, un salón de casa moderno tiene un televisor delgado, un DVD y un equipo con sonido de cine. Un conjunto audiovisual que ofrece el efecto envolvente de las mejores salas de cine en la comodidad de casa.
Las ventas de equipos con sonido de cine en España se mantienen en los últimos años en torno a las 300.000 unidades al año. Sólo en las Navidades del 2003-2004 se produjo un pálpito puntual, cuando la firma Airis ofreció a través de un diario deportivo equipos completos por menos de 100 euros. Aquellas Navidades, cerca de 500.000 personas se apuntaron a estos equipos 'de saldo'. Unos sistemas de muy baja calidad, pero muy tentadores. Se ofrecía un aparentemente sofisticado equipo de cine por menos de lo que gastamos en la compra semanal del supermercado. Un equipo con lector DVD, amplificador multicanal, descodificadores digitales, cinco cajas acústicas y un cajón de graves. ¡Todo, por menos de 100 euros! Un equipo que, además, debería acompañarnos con un buen sonido durante cinco o diez años. Como es lógico, aquella oferta no cumplió las expectativas. El equipo invadía todos los rincones del salón con cajas de plástico y cables, pero no ofrecía la calidad suficiente para satisfacer a los usuarios. Como contrapartida, la oferta sirvió para descubrir la existencia de este tipo de soluciones al gran público.
Pasada la fiebre inicial, el mercado de los equipos de sonido ha vuelto por sus fueros. En el 2005, los primeros indicios apuntan a un sostenimiento de las ventas en torno a los 300.000 equipos. Eso sí. Escaldados con los equipos de bajo precio, los aficionados empiezan a buscar sistemas que ofrezcan más calidad de sonido, más prestaciones y un diseño minimalista.
Según Carlos Pérez, Director de marketing de imagen y sonido de Philips, 'en el 2006, los equipos de cine más deseados son, primero, los que reproducen tanto música (MP3) como vídeo en formato de Internet (DivX) y, segundo, los que ocupan poco espacio, necesitan menos cables y respetan la decoración del salón'. Así parece que ha ocurrido. El 37% de los equipos de cine vendidos en el 2005 reproducían los formatos de Internet y la tendencia al minimalismo en los equipos de cine se ha materializado el año pasado en un 10% de las ventas de 'cine en casa' sin cables.
Y este último aspecto es el que más retrae la compra de equipos de cine. Nadie quiere contaminar estéticamente del salón con cajas acústicas y cables. Para evitar este rechazo los fabricantes están ofreciendo tres tipos de soluciones.
Los primeros que se lanzaron fueron los inalámbricos. Es decir, los que llevan tres cajas frontales convencionales (junto al televisor) y dos traseras sin cables. Esto evita el principal engorro del equipo de cine: tirar dos cables rodeando el salón. Ya en el 2002, la firma americana Bose presentó una solución muy ingeniosa: sonido de cine condensado en dos cajitas acústicas frontales más un subwoofer (cajón de graves). Hoy, Bose mantiene una familia de equipos de cine con el sistema llamado 2.1 y podemos encontrar modelos similares firmados por Philips, Kef, Sony o Denon. Sin embargo, de todas las soluciones estéticas al sonido de cine en casa, las más impresionantes son las que ofrece la familia YPS de Yamaha. Son equipos concentrados en una sola caja acústica que emulan con buen tono los efectos envolventes de este tipo de equipos. Un equipo que reduce la contaminación estética a la mínima expresión manteniendo un nivel de calidad sonora encomiable.