Garantías para invertir en Bolivia
El presidente electo de Bolivia, Evo Morales, recibió ayer un mensaje unívoco del Ejecutivo español y de la comunidad empresarial, reunida en un encuentro organizado por la CEOE. Las empresas españolas no sólo están en Bolivia con vocación de permanencia, sino que están dispuestas a incrementar su presencia en el país. Es una estrategia que han contrastado en toda el área, en la que han dado sobradas muestras de compromiso. Pero para que esto ocurra es preciso tener garantías de estabilidad y seguridad jurídica. Es la obligación del nuevo presidente no sólo con la comunidad internacional, sino con el pueblo que le ha elegido. Porque la economía boliviana urge de inversión internacional para despegar.
El llamamiento de las empresas españolas se produce en un momento en el que existe gran inquietud en torno a los planes del dignatario indigenista para sectores críticos como la industria del gas. Una preocupación que Morales no despejó plenamente ayer, tras la reunión con José Luis Rodríguez Zapatero. Sin grandes precisiones, el presidente electo se reafirmó en su plan de nacionalizar los recursos energéticos: 'Bolivia va a ejercer el derecho de propiedad sobre los recursos naturales. Va a nacionalizar, pero no a confiscar, expropiar ni expulsar a las empresas', dijo. Pero, a la vez, recalcó la importancia para su país de inversión extranjera y se mostró dispuesto a garantizarla. Su deber es ahora conjugar esa ecuación. Y necesitará algo de tiempo para poder hacerlo.
La línea prudente y moderada que mostró Evo Morales puede y debe encontrar su apoyo en España. Y resulta esperanzadora la confianza que el nuevo líder boliviano ha mostrado en el presidente español para que le abra las puertas de Europa y de los organismos internacionales.
Tener 'socios y no dueños' es un buen principio. Como también lo es afrontar con extremada cautela los retos que su nuevo cargo le plantea, fiel a sus principios, pero lejos de posiciones maximalistas.