Siete de cada diez euros invertidos en fondos no ganan dinero
La permanente aversión al riesgo deja el 66% del patrimonio fuera de la fase alcista del mercado
Positivo balance de los fondos de inversión por tercer año consecutivo. El año 2005 cierra, de momento, un ciclo que muchos creen continuará en 2006, caracterizado por interesantes rentabilidades en los mercados de renta variable y por las dificultades para obtener rendimiento de los activos de menor riesgo; es decir, de los mercados de bonos y de renta fija. Los fondos se han quedado prácticamente sin más recurso que los mercados de acciones a la hora de ofrecer a sus clientes ganancias mínimamente interesantes. Y los inversores que verdaderamente han sacado partido a la bonanza de los mercados han sido una minoría.
Con los tipos de interés en mínimos históricos hasta hace unos meses, las expectativas de obtener ganancias para el ahorro fuera de la renta variable han ido reduciéndose poco a poco, hasta quedar limitadas en la práctica a los fondos de acciones y a los fondos con alto riesgo de tipo de cambio. El dólar, con su revalorización de casi un 15% frente al euro a lo largo de 2005, ha sido la única alternativa a las ganancias bursátiles entre las que han podido utilizar los gestores.
Para desconsuelo de los inversores españoles, el nivel de riesgo de la cartera global que manejan los fondos de inversión es muy bajo. Más de la mitad de los recursos que manejan los fondos de inversión españoles está colocada en fondos de perfil extremadamente conservador, como son los fondos monetarios o Fiamm, los fondos de renta fija a corto plazo y los fondos garantizados. Estos tres grupos de fondos de inversión acaparan el 65,9% del patrimonio total gestionado a finales del año en curso. Por regla general, lo que han ganado estos fondos se ha repartido a partes iguales entre el inversor y la entidad gestora, ya que las comisiones de gestión suelen ser en estos fondos tan importantes como la rentabilidad final neta.
En algunos casos, el inversor gana incluso menos dinero que la entidad financiera o gestora que administra el fondo en cuestión. No es tanto un problema de comisiones (las comparaciones internacionales ponen de relieve que la comisión habitual en España está bastante en línea con las de otros países, ya que el sector español es bastante competitivo) sino una consecuencia de las opciones muy conservadoras que escogen los inversores, casi siempre asesorados por las propias entidades financieras. Estas han reconvertido el pasivo tradicional bancario en participaciones en fondos de inversión, lo que proporciona mayores ingresos vía comisiones.
Este cambio de depósitos de plazo fijo a fondos de inversión no es casi nunca favorable al inversor. Aunque cabría hablar más bien de cliente tradicional de cuenta de ahorro a plazo fijo, muy alejado de todo lo que implique asunción de riesgos en una inversión. Pero, en todo caso, este tipo de patrimonio es el que resulta dominante en el sector de fondos de inversión en España, sin que tres años consecutivos de altas ganancias en Bolsa y mediocres resultados en renta fija hayan contribuido a modificar el perfil del inversor de forma sustancial.
Más oportunidades
La rentabilidad media de estos fondos de perfil conservador durante el año que acaba de concluir habla por sí misma: un 1,2% en el caso de los fondos Fiamm (es decir, un tercio de la tasa de inflación), un 1,6% los fondos de renta fija a corto plazo y entre el 2% y el 4% de rentabilidad media los fondos de tipo garantizado, bien sean de renta fija o de renta variable. Estos últimos han contado con más oportunidades que los de renta fija, ya que al estar parcialmente referenciados a la marcha de los mercados bursátiles, en algunos casos excepcionales han cosechado ganancias superiores. De hecho, uno de estos fondos, un garantizado de renta variable, ha terminado el año con una rentabilidad superior al 49%, aunque es el único fondo garantizado que ha entrado en la lista de los 100 fondos más rentables del año.
La moderada apuesta de los inversores españoles por el riesgo se traduce al final en unos resultados que guardan poca relación con las excelentes rentabilidades que muestran los mercados de renta variable. En la práctica, y dado que la mayor parte del ahorro huye de los fondos bursátiles, son muy pocos los inversores que se benefician de ganancias interesantes. Este año 2005, sólo el 16,75% del patrimonio total gestionado por los fondos ha estado invertido en fondos que han logrado ganancias superiores al 10% en el conjunto del año. No obstante, en los dos años anteriores, también con Bolsa alcista, estos porcentajes eran aún menores. En el año 2004, sólo el 6,25% del dinero de los fondos de inversión estaba en fondos que a final de año presentaban ganancias superiores al 10%. En 2003, este porcentaje de ahorro privilegiado fue del 10,15%.
En el otro lado del espectro inversor, el patrimonio afectado por pérdidas se ha mantenido en línea con los dos años anteriores, algo por debajo del 2% del patrimonio total, aunque en el año 2003 este porcentaje aumentó un poco, ya que el 2,32% del patrimonio total gestionado por los fondos estaba en pérdidas. Este último año han sido 102 los fondos de inversión en números rojos, aunque el más negativo apenas perdió un 5%.
La erosión de los precios
Pero el dato posiblemente más relevante es el que pone de manifiesto el volumen de patrimonio que ha logrado rentabilidades por encima de la tasa de inflación de cada año. O, en sentido inverso, el elevado porcentaje del patrimonio que no logra un rendimiento capaz de contrarrestar la erosión de los precios, del IPC.
En el ejercicio recién terminado, los fondos cuyas rentabilidades se han situado por debajo del 3,8% (tasa de inflación provisional) son cerca de 1.300 fondos, es decir, algo menos de la mitad de los fondos de inversión registrados en España y gestionados por gestoras españolas. Estos cerca de 1.300 fondos de baja rentabilidad tienen en algunos casos elevados volúmenes de patrimonio, lo que trae como consecuencia que el patrimonio con rentabilidades por debajo de la tasa de inflación sea aún más elevado, ya que ha afectado este año al 66,30% del total.
En 2004, el volumen de patrimonio con rentabilidades por debajo del 3,2% de tasa de inflación del año 2004 fue de casi un 71%, porcentaje prácticamente idéntico al del año 2003. Es decir, en los tres últimos años, siete de cada 10 pesetas gestionadas por los fondos de inversión españolas no logran alcanzar rentabilidades positivas en términos reales, a pesar de la bonanza de los mercados.
Los datos acumulados del ejercicio reflejan un incremento del volumen de activos en fondos de 26.058 millones, un 11,9% más que en 2004, según Inverco.