'Lo importante es tener una estrategia viva'
Ha desarrollado toda su carrera profesional en el mismo sector. Y asegura que se ha mantenido en él debido a que la industria del papel, que en los últimos años ha incrementado su producción un 36%, ofrece grandes retos profesionales.
Carlos Reinoso, granadino, de 42 años, dirige desde hace seis años la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) y el Instituto Papelero Español (IPE). Es ingeniero de Montes y cuenta con un máster en Ciencias Forestales por la Universidad de Melbourne (Australia).
¿Cómo se gestiona un sector como el papel, que durante años ha estado tan cuestionado?
De manera apasionada. Se trata de un sector brillante, con futuro y en claro proceso de expansión. Está lejos del cliché habitual. Se trata de una industria madura, en expansión, con compañías que invierten en nuevas capacidades, en modernizarse y en mejorar su tecnología. Se trata de un proceso expansivo y con un futuro prometedor. Es un privilegio trabajar en este sector por su crecimiento y con futuro, y que aglutina a empresas grandes, medianas y pequeñas.
¿Qué retos tiene que afrontar el sector en los próximos años?
Por ejemplo, la imagen que tiene no se corresponde con la realidad. Es una imagen que es la que se tenía hace 50 años y no tiene nada que ver con lo que ocurre en el sector. El consumo de agua se ha reducido un 50% en relación con lo que ocurría a principios de los años noventa. También ha disminuido el consumo energético. Hemos tenido grandes transformaciones que muchas veces no hemos sabido cristalizar en una imagen de lo que es el sector. La industria papelera se limitaba a producir y no a demostrar activamente que lo hacemos bien, que trabajamos en un sector positivo y transparente. Hemos puesto en marcha iniciativas para transmitir lo que estamos haciendo en el sector. Tenemos un serio compromiso con la sociedad y hay cosas que las hacemos bien, otras regular y otras mal.
¿Qué áreas tienen que mejorar?
El sector está sufriendo una gran expansión en cuanto a tamaño. Son empresas competitivas y aspiran a ganar cuota de mercado en mercados exteriores, y para ello hay que ser competitivo. En los próximos tres años se destinarán 1.200 millones de euros a generar nuevas capacidades, modernización y aplicación de nuevas tecnologías. Otra área de mejora es el largo recorrido hacia la sostenibilidad. La gran revolución vendrá por la parte medioambiental, en la mejora de vertidos, en la reducción de emisiones atmosféricas. Las empresas están cada vez más convencidas de la necesidad que tienen de ser más eficientes, competitivas y respetuosas con el medio ambiente.
¿Cuál es la principal función de la asociación?
Sin duda, reforzar la labor medio ambiental en temas prioritarios, asistir a las empresas en los procesos de cambio, así como sensibilizar a las instituciones de nuestra función. Tenemos que buscar la mejora de la competitividad del sector y la mejora de la imagen de sus productos. Mi función es servir de interlocutor entre las empresas y, por ejemplo, la Administración y los medios de comunicación. También nos encargamos de poner en marcha iniciativas de mejora, así como de ofrecer información veraz sobre nuestros retos y perspectivas.
Los temas de responsabilidad social parece que están calando en las empresas, ¿qué medidas están tomando las papeleras en ese sentido?
En cuanto a estos temas, estamos ante un proceso en el que se va avanzando poco a poco. Este sector es pionero en estos asuntos porque fue el primero en publicar un informe de sostenibilidad en el que se medía el comportamiento, se cuantificaban las áreas de mejora en las que tenemos más recorrido, como son los accidentes laborales, o la rentabilidad para el accionista. Queremos llegar a ser un sector puntero en cuanto a sostenibilidad. Lo importante es tener una estrategia viva, y no todo es blanco ni negro. Se trata de una carrera de fondo.
¿Por qué es importante mirar el largo plazo?
Porque es un sector intensivo en cuanto a capital. Hacer papel es caro porque se aplican las mejores tecnologías, y hace falta invertir de manera continuada, ya que es necesario dar rentabilidad al accionista. No se puede mirar la rentabilidad del sector por el corto plazo. Sería un error. Es necesario tener perspectiva y vocación de permanencia.
'Hoy día, la transparencia es la palabra clave'
¿Cómo se reposiciona la imagen de un sector tan criticado?Hoy día, la transparencia es la palabra clave. Hemos tenido que abrir las puertas de instalaciones y de fábricas. No es fácil, porque muchas veces se argumenta emocionalmente lo que debería ser con datos y contenidos. A la sociedad le preocupa mucho que todas las actuaciones se realicen de manera sostenible. Se trata de un sector que tiene que abrirse al exterior, no ser tan cerrados y asumir retos de cara al futuro. Hay que informar de lo que se está haciendo puntualmente. Sobrevivirán aquellas empresas que sean sostenibles. Lo que hay que concienciar es a la empresas para que sean competitivas económicamente, pero también desde el punto de vista medioambiental y social. Será una manera de obtener la confianza de los clientes y accionistas.
Hace unos años se decía que las nuevas tecnologías supondrían el fin del uso del papel.Sí, se decía que internet y el correo electrónico iban a acabar con el papel, pero no ha sido así. El papel es capaz de proveer usos y necesidades, además es el mejor aliado de las nuevas tecnologías. El consumo de papel es uno de los indicadores de desarrollo de una sociedad. Ciertos tipos de papel van a cambiar por la incidencia de las nuevas tecnologías, como en el caso de los periódicos. De lo que no hay duda es de que ambos soportes van de la mano y son aliados de futuro.
Usted ha desarrollado toda su vida profesional en la misma área, ¿no ha sentido la necesidad de cambiar?No he tenido esa necesidad porque creo que estoy en un sector fascinante y con mucha proyección. Además hay una leyenda que corrobora lo que estoy diciendo, y es que todo aquel que inicia su carrera en el sector papelero acaba jubilándose en él. Una de dos, o es un trabajo que engancha o que no nos quieren en otro lado. En estos tiempos en los que no hay tango apego ni fidelidad a los sectores ni a las compañías, puede sorprender que haya uno con índices de rotación tan bajos. Creo que trabajamos en un campo multidisciplinar, innovador y enriquecedor para el desarrollo profesional y personal. Soy muy afortunado.