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Banca

Un fin de año complejo para el Deutsche Bank

No está siendo el mejor fin de año para Josef Ackermann, presidente de Deutsche Bank. Justo cuando el primer banco alemán por activos conseguía sorprender al mercado por los buenos resultados, fruto del impulso de la banca de inversión, los problemas se agolpan a su puerta. La reapertura del caso Mannesmann, la presión por la adquisición del Hypo por Unicredito o la crisis de un fondo inmobiliario que ha afectado a miles de inversores, se unen a la posible imputación penal de algunos de sus directivos tras revelarse los pactos con la aseguradora Unipol.

Las implicaciones de los acuerdos parasociales con Unipol aún no están claras, pero la fiscalía italiana estudia las posibles responsabilidades penales de ejecutivos en Londres e Italia que, supuestamente, ayudaron a financiar a la aseguradora así como a banqueros italianos ahora bajo la mirada de la Justicia.

Unipol se vio obligada hace tres días a elevar el precio ofrecido en la opa sobre Banca Nazionale del Lavoro (BNL) de 2,7 euros por título a 2,755 euros para no discriminar entre los accionistas. El regulador bursátil, la Consob, constató que éste fue el precio que pagó por algunos paquetes de acciones, entre ellos el de Banco Populari Italiana (BPI), para elevar su participación en el capital antes de lanzar la opa. Este movimiento salpicó a Deutsche que, supuestamente, realizó las operaciones entre las entidades.

Tras la exigencia de la Consob, Deutsche Bank señaló en un comunicado que, pese a estar en contra de la decisión, continuaría colaborando con las autoridades reguladoras y que, por ahora, no presentaría ningún recurso para no dañar la operación en Italia. Sin embargo, su implicación en el caso BNL, lastra aún más una imagen deteriorada.

El 'caso Mannesmann'

El principal escollo para Ackermann es volver a sentarse en el banquillo tras la reapertura del caso Mannesmann, por el que se le acusa de haber consentido pagos a ejecutivos de la operadora cuando ésta fue objeto de una opa hostil por parte de Vodafone. Aunque el consejo de Deutsche ha mostrado su apoyo al presidente, la entidad parece estar preparando ya su relevo.

A estas situaciones, se une la crisis provocada por el bloqueo de un fondo inmobiliario en Alemania, que gestionaba 6.100 millones de euros y que, por primera vez en la historia, ha dejado atrapado a miles de ahorradores que no pueden rescatar su capital.

La presión sobre el Deutsche viene de diferentes frentes. Tras el último ajuste de plantilla anunciado en febrero que se llevó por delante 6.400 empleos, el banco alemán debe lidiar, también, con el aterrizaje de Unicredito en su mercado nacional. El primer banco italiano ha protagonizado la mayor compra transfronteriza en Europa al hacerse con el Hypo.

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