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Secretos de despacho

Elegancia en Ray & Berndtson

José Medina trabaja en un señorial edificio rodeado de muebles ingleses antiguos

Es José Medina un tipo peculiar. Simpático, de discurso culto y directo, presumido, afable y muy cercano. Es presidente para España y Portugal de la empresa de servicios profesionales y búsqueda de directivos Ray & Berndtson. Licenciado en Químicas, doctor en Psicología, máster por Icade y experto en desarrollo de organizaciones empresariales, nació en Archena (Murcia) hace algo más de 50 años, (no le gusta confesar su edad por aquello de la coquetería). Trabaja en un espacio envidiable, amplio y luminoso frente a lo cedros del Hotel Santo Mauro de Madrid.

Confiesa sin ningún empacho que su principal valor es la relación con la gente. 'A mí me gusta, por encima de todo y de los números, trabajar con personas. Y se me da bien'. Su agenda diaria la distribuye de la siguiente manera: un tercio lo destina a relaciones de gerencia; otro tercio, a realizar búsquedas de profesionales, 'me reúno con tres o cuatro candidatos', y el resto de la jornada, a lo que se denomina en ámbitos empresariales desarrollo de negocio.

De lo que sí se desentiende es de las tareas administrativas, de las que se ocupan los otros dos socios de la compañía, su esposa, Sonia María Pedreira, y Luis Murillo. 'Ellos tienen más habilidades que yo para acometer esas tareas'. Realiza un viaje a la semana a Lisboa o a Barcelona, entre uno y dos al mes a algún país de Europa y no más de tres al año a Estados Unidos, Canadá o Latinoamérica. 'Tengo algo bueno, que cuando viajo a otras oficinas me siento como en casa'. Se define como un ejecutivo, a partes iguales, racional e intuitivo. 'Pero también emocional, con capacidad para adaptarme al caos, con ajo y perejil, siempre que no sean excesivos', afirma Medina, quien asegura que ha sido precisamente su intuición la que ha dirigido su carrera profesional.

'Mis clientes creo que trabajan más que yo y eso me da a entender las presiones que soportan'

Tras pasar más de 12 años en Cepsa, donde ocupó diversos cargos directivos en las áreas de ingeniería de procesos, recursos humanos, control de gestión y la dirección general de una filial del grupo, se dio cuenta de que lo que quería hacer con su vida no pasaba por el mundo de la empresa. Sentía la llamada de los recursos humanos y con el director de este departamento se mudó a la Escuela de Organización Industrial de Madrid (EOI), donde asegura que aprendió mucho de dirección de personas. 'Las vocaciones tardías son muy peligrosas y ésta ha supuesto mi dedicación en los últimos 25 años. Si de algo no me arrepiento es de haber terminado como un humilde consultor'. Hace dos décadas fue fichado por Ray & Berndtson, 'nos ficharon a Sonia a mí, aunque tengo que decir que primero se fijaron de manera acertada en ella. En Estados Unidos tuvieron referencias nuestras por separado'.

José Medina explica que siempre ha tenido un sentido lúdico de la vida y sus debilidades al final se han convertido en puntos de crecimiento. 'En esta compañía he cumplido muchas metas que estaba buscando sobre las personas y el mundo de los negocios. He contribuido, además, a su desarrollo con una excelente reputación, que eso sólo se consigue con amor al cliente'. Y define su misión como consultor especializado en búsquedas como el de la 'persona encargada de facilitar el trasvase del talento directivo hacia lugares donde mejor se puede aprovechar y desarrollar'.

Aunque trabaja doce horas al día, no se queja. 'Mis clientes creo que trabajan más que yo y eso me da a entender las presiones que tienen hoy día los directivos'. En este sentido, apunta que su estrés es más bien 'colesterol del bueno'. 'El de mis clientes les viene de la propia organización, mientras que el mío es más operativo que organizativo, más que ansiedad necesaria es ansiedad superflua'.

Medina trabaja en un espacio amplio, despejado y con luz natural, 'porque si algo me gusta es darle la vuelta a la butaca y mirar los árboles de la calle, es algo que me sirve de terapia y de respiro emocional'. Los muebles son antiguos ingleses, adquiridos todos en anticuarios. De las paredes cuelgan cuadros con grabados de temas industriales de España, como el antiguo edificio de La Casa de la Moneda, la Estación del Norte, las oficinas de Telefónica o el Mercado de la Cebada.

Cerca de los dioses brasileños

No le tiene apego a ningún objeto. Aprendió a saber desprenderse de las cosas materiales cuando se le rompió una tetera que se había comprado en Inglaterra por una libra. 'Ahí me di cuenta de que no tenía importancia, que lo importante es la felicidad y el optimismo'.Muy cerca de su mesa tiene la figura de dos divinidades brasileñas denominadas orixás. Una es de oxossi, o lo que es lo mismo, San Jorge, que en la mitología afro es una divinidad a la que le gusta el aire libre, la caza y disfrutar de la vida. La otra es oxalá, Jesucristo, la parte más racional. 'Y yo tengo una parte de los dos. Por un lado, tengo una parte primitiva, guerrera y deportiva, pero por otro lado cultivo la parte racional, y en ellas ando balanceándome', afirma Medina. Sus aficiones están muy integradas a su trabajo: 'Leo, escribo, hago deporte, gimnasia, corro y juego al tenis'.Se define como un deportista de cuerpo y alma, y tiene dos obsesiones: aprender a tocar el piano y a hablar alemán, 'algo que lleva intentando 20 años'.

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