Buen gobierno forzoso

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, presentó ayer el primer informe anual sobre gobierno corporativo de las empresas cotizadas. La propia existencia del informe debe ser causa de celebración por un doble motivo. Primero, porque constituye una herramienta de trabajo completa y exhaustiva para los interesados en la materia, una base de datos que apenas cuenta con parangón internacional. Segundo, porque el volumen y desglose de los datos que en él se incluyen reflejan cuánto ha avanzado España por el camino de la información sobre gobierno corporativo.

El grupo de trabajo bautizado como Comisión Conthe acomete ahora la tarea de refundir y completar las recomendaciones de las comisiones de Olivencia y Aldama en un Código Unificado que tomará también como guía las recomendaciones de la Comisión Europea en la materia. La figura del consejero independiente, la transparencia de las retribuciones o la utilización de blindajes (personales o societarios) están entre los puntos que deben ser objeto de un análisis más detallado y exigente. La Comisión Conthe, además, ha de ser consciente de que las empresas han encontrado con demasiada frecuencia la vía para cumplir la letra de las recomendaciones haciendo caso omiso a su espíritu.

El informe de ayer, con todo, sólo ha sido posible siete años después de aprobadas las primeras recomendaciones del Código Olivencia. Hasta que no ha sido obligatorio explicarse, y de un modo homogéneo, las empresas no han pasado por el aro. Por ello la Comisión Conthe haría bien en estudiar con detalle qué reformas normativas proponer para su cumplimiento obligatorio, bien porque afecten de modo sustancial al fondo de la cuestión, bien porque sean los instrumentos que permitan conocer de un modo fehaciente si los gestores de las empresas se atienen o no a las recomendaciones de cumplimiento voluntario, siempre bajo el principio de que la transparencia es el mejor antídoto contra el fraude.