Maneras de ahorrar con un fondo solidario
Hay valores en los que todos deberíamos invertir', dice una campaña del Santander. Y no es tanto por cuestiones de rentabilidad, como por el hecho de que destinan parte de cada euro a causas benéficas. Estos productos financieros 'con conciencia' son los fondos de inversión solidarios. Sus gestores operan atendiendo a criterios financieros, pero garantizan al cliente que un porcentaje de la comisión de gestión va a parar a la ONG, asociación humanitaria o fundación que el cliente elija. Un momento del año como la Navidad, cuando se amontonan los buenos propósitos, podría ser propicio para pensar en dar un toque solidario a la cesta de inversiones.
Pero el panorama no es muy alentador. Actualmente sólo 12 fondos comercializados en este país contemplan este tipo de concesiones (ver cuadro). La suma de su patrimonio alcanza los 88,7 millones de euros, tan sólo un 0,03% de la suma total que manejaban los fondos en España a finales de noviembre. 'Se trata de un producto muy poco promocionado por las gestoras y, por tanto, desconocido para la opinión pública', comenta Josep María Lozano, director del Instituto Persona, Empresa y Sociedad de Esade. Mira con lupa la evolución de este tipo de instrumento y opina que 'lo razonable es pensar que terminarán convenciendo, pero no a corto plazo'.
El fondo solidario es exclusivo del mercado español. Más allá de Los Pirineos el producto socialmente responsable más extendido es el fondo ético. Es decir, el que no inyecta dinero a proyectos humanitarios, pero aplica criterios valorativos relacionados con la responsabilidad social a la hora de invertir.
La ayuda sale de la comisión de gestión
De hecho, los análisis comparativos europeos no consideran a los fondos solidarios españoles como inversiones socialmente responsables, según apunta María Rosario Balaguer, profesora del departamento de Finanzas y Contabilidad de la Universitat Jaume I de Castellón. Su tesis doctoral versa sobre el análisis de la Inversión Socialmente Responsable en España y una de las conclusiones para explicar el escaso tirón de los solidarios es la 'ausencia de inversores institucionales locales interesadas en este tipo de producto'. Lozano coincide y añade que otro problema es que 'el público piensa que debe renunciar a parte de la rentabilidad, cuando no es así. El donativo sale de la comisión, pero se ha creado confusión desde el principio'.
Preguntada por el camino para que los solidarios ganen adeptos, la profesora Balaguer cree que es necesaria la implicación de gestoras, gobiernos, sindicatos, inversores y organizaciones sociales: 'Deben establecerse políticas de difusión y comunicación para que la inversión socialmente responsable pueda consolidarse como un campo de prestigio en el mercado financiero'.
Los doce fondos citados anteriormente apenas contaban con 4.661 partícipes a finales de 2004, lo que arroja una media de 19.041 euros por inversor. La buena noticia para todos ellos es que niños deficientes están mejor atendidos o personas para las que Google no tenía un significado claro aprenden a navegar por internet gracias a las comisiones que les cobran sus gestoras.
Pero aunque conforte la conciencia, no convence al bolsillo. A escasos días de que expire el año los fondos solidarios promedian una rentabilidad del 6,87%. El rendimiento supera el 4,64% que ofrecen los fondos inmobiliarios, pero queda muy por debajo del 23% que acumulan los que invierten en renta variable nacional y del 11,77% de las plusvalías que entregan este año los de renta variable mixta. La renta fija, muy castigada en el último año, tiene gran peso en la composición de las carteras de la mayoría de estos productos, lo que lastra el beneficio y el atractivo. 'Deberían tener mucho más tirón, pero los resultados modestos se suman al desinterés de las gestoras por promocionarlos un poco más', opina Fernando Luque, analista de fondos de Morningstar.
De hecho, uno de los que gestiona mayor patrimonio, el Santander Dividendo Solidario, modificó su estructura en agosto para responder a la búsqueda de mayor rentabilidad. Pasó de tener el 91,8% de su dinero en renta fija a confiar el 100% a la renta variable. Y con un buen resultado: el patrimonio ha pasado de seis millones a más de nueve millones.
'Los productos basados en inversión socialmente responsable y solidarios responden a una necesidad real del mercado, a una demanda cada vez más importante entre particulares e instituciones que ponen al mismo nivel el resultado y el componente ético', defiende Alberto Sánchez, director de Instituciones Privadas del Santander y alma máter de su solidario. No hay producto sin comisión de gestión entre las instituciones de inversión colectiva, pero sólo estos 12 fondos permiten decidir qué se hace con ese dinero. Según ideologías, creencias religiosas o, simplemente, simpatías, las gestoras también ofrecen una vía para ser benefactor.
DâNDE VA EL DINERO. De catedrales a centros de formación
Reconstrucción de catedrales. Fondespaña Catedrales, de Caja España ofrece un 50% de la comisión de gestión (1,3% sobre el patrimonio) a distintos Obispados. El inversor puede elegir si su comisión va a parar a la catedral de Astorga, Salamanca, etcétera.
Centros de alfabetización tecnológica. Bankinter dedica la totalidad de la comisión (2,25% sobre el patrimonio) a la apertura de centros donde se enseña a manejar un PC.
ONG, asociaciones humanitarias y fundaciones. BBVA Solidaridad y Santander Dividendo Solidario han elegido una veintena de organizaciones cada una para donar parte de lo que facturan por la gestión de los fondos. Dan a elegir la organización beneficiaria e informan con periodicidad sobre cómo se reparte ese patrimonio.
Fines humanitarios. El fondo Caixa Catalunya Solidari distribuye el 0,25% del patrimonio diario gestionado entre entidades como Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja e Intermón. Otro fondo de estas características, El Monte Fondo Solidario, destina la mitad de la comisión anual de gestión (1,75%) a la Asociación Protectora de Deficientes Psíquicos 'Paz y Bien'. Gesmadrid beneficia con su solidario a Unicef; Urquijo Inversión Solidaria ha elegido a Manos Unidas y a la Fundación Entreculturas Fe y Alegría; y Morgan Stanley ofrece una cesta de siete organizaciones para que el partícipe elija dónde va parte de la comisión de gestión que soporta por el Morgan Stanley æpermil;tico.