Seat reconoce que el ajuste de plantilla pactado no absorbe todo el excedente
El presidente de Seat, Andreas Schleef, reconoció que el acuerdo definitivo para reducir el expediente hasta los 660 trabajadores no 'absorbe todo el excedente de personal'. Con todo, la compañía se comprometió tras la firma del pacto con los sindicatos a no presentar otro ajuste en 2006 y a aceptar el reingreso de los despedidos en 18 meses. También confirmó las inversiones de 3.000 millones hasta 2010 y una plantilla sobre las 11.500 personas al final del periodo.
El acuerdo pactado finalmente en la madrugada del viernes ha satisfecho a todas las partes como 'el menos malo', señalaron los portavoces de UGT y CC OO. Sin embargo, el presidente de Seat, Andreas Schleef, advirtió en un comunicado que las medidas que han reducido el expediente de 1.346 trabajadores hasta 660 empleados 'lamentablemente no absorben todo el excedente de personal'. La compañía valoró positivamente el acuerdo, comprometiéndose a no presentar otro expediente en 2006 y a no contabilizar las cuentas de este año en una hipotética aplicación futura de la cláusula vigente en el convenio que permite aplicar una reducción de sueldo en caso de tres años seguidos de pérdidas. Seat prevé generar números rojos en 2005
La filial de Volkswagen confirmó en las 11 páginas del pacto firmado unas inversiones de 3.000 millones previstas hasta 2010, con una plantilla que se mantendrá prácticamente estable sobre las 11.500 personas, exceptuando 2006, ejercicio en el que la aplicación del expediente la rebajará hasta los 11.125 empleados (La plantilla actual antes del ajuste se sitúa en los 12.500 trabajadores). El plan industrial incluye la producción de todas las gamas de vehículos actuales y contempla sólo una nueva, el Altea largo.
El acuerdo incluye extinciones forzosas para 660 empleados de las factorías barcelonesas de Martorell, Zona Franca y el centro de recambios, que se empezarán a aplicar a principios de 2006. Los afectados podrán escoger entre dos modalidades. En primer lugar existe la posibilidad de una indemnización de 45 días netos (el equivalente a 60 días brutos) por año con un tope de 24 mensualidades y un mínimo de 12.000 euros. En segundo término, pueden optar por una indemnización de 20 días con un mínimo de 12.000 euros, pero con la reincorporación preferente en la compañía a partir del segundo semestre de 2007, o cuando se agote el subsidio de desempleo. En esta última modalidad, los afectados pueden pasar a la indemnización de 45 días y desligarse de la empresa.
El consejero de Industria de la Generalitat, Josep Maria Rañé, explicó en rueda de prensa el viernes que en caso de que gran parte de los trabajadores despedidos decidieran volver a Seat 'tendrían que negociar con la empresa las condiciones. Pero lo que nos importa ahora es el acuerdo alcanzado'. En cualquier caso, si la reincorporación no es posible, recibirían la indemnización correspondiente por baja definitiva. Los sindicatos crearán una comisión de seguimiento para valorar las recolocaciones previstas en empresas proveedoras.
Empresa y sindicatos ratificaron también la ampliación de la bolsa de horas, la jubilación obligatoria a los 65 años, prejubilaciones y suspensiones de contratos para los mayores de 60 años y bajas y excedencias voluntarias. El conjunto del acuerdo tendrá un coste mínimo para la empresa de 45 millones, en función de la modalidad de despido por la que opten los afectados.
La filial del grupo alemán mantendrá la producción de todos los modelos actuales con una sola novedad
UGT pide que entre La Caixa
El secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, reiteró ayer la petición de que La Caixa entre en el accionariado de Volkswagen (VW) para defender los intereses futuros de Seat. Álvarez añadió que esta posibilidad 'no es anticuada'. El consejero de Industria de la administración catalana, Josep María Rañé, respondió que una hipotética entrada de la entidad financiera en VW 'no es necesaria', porque el grupo alemán ya ha asegurado unas inversiones de 3.000 millones de euros. Rañé indicó que el pacto 'muestra un equilibrio entre el plan industrial y las medidas sociales', aunque matizó que 'no todo es positivo porque hay 660 personas que se quedan sin empleo'. De entre el resto de reacciones valorando el acuerdo destacó la del presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, que lo calificó de 'muy positivo' y que refleja la actitud de la empresa 'de apostar por la marca y mantener su personalidad'.