Holgado superávit fiscal
El año 2005 será previsiblemente el primero en la historia reciente de España que se cierre con superávit en el conjunto de las administraciones públicas. Según datos provisionales a los que ha tenido acceso este periódico, el excedente fiscal del Estado estará por encima de los 7.000 millones de euros, un 0,8% del PIB, frente al 0,1% previsto al inicio del ejercicio. La recaudación tributaria aumenta más de lo esperado, con el IRPF y el IVA creciendo a un ritmo del 10% gracias a la creación de empleo y a la fortaleza del consumo. El impuesto de sociedades también refleja la buena salud de la economía y supera en octubre lo presupuestado para todo el año.
El déficit cero, que fue piedra angular de la política económica del anterior Gobierno del PP, significaba en la práctica un déficit pequeño, resultado de que la aportación positiva de la Seguridad Social compensaba casi todo el desequilibrio del Estado central y entes territoriales. El nuevo Ejecutivo socialista, con Pedro Solbes al frente de la política económica, asumió el rigor presupuestario como una de las prioridades, aceptada además por sus socios parlamentarios de izquierda, inicialmente reticentes. Así que en el presente ejercicio se marcará el hito de que haya superávit global y de que también la Administración central logre números negros sin incluir las cotizaciones.
El superávit español rozará el 1% del PIB, un dato que contrasta con los grandes apuros que atraviesan Francia, Alemania o Italia para contener sus déficit en el 3% del PIB, como obligan las reglas del Pacto de Estabilidad para la zona euro. La bonanza de las cuentas públicas españolas debe permitir una reforma fiscal ambiciosa como la anunciada para 2007 y a la vez preparar al país para un futuro más complicado, una vez que los fondos europeos que se reciban vayan inevitablemente a menos en la Europa de los 25.