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Carlos Losada

'Hay que alabar a todo aquel que fracasa'

Es doctor en Administración de Empresas y licenciado en Derecho, pero además es el principal impulsor de la escuela de negocios que dirige desde hace casi seis años. Cada día dedica media hora a meditar.

Si observa las fotografías verá en ellas a un hombre enérgico, que no pierde el gesto risueño. Porque si algo contagia Carlos Losada, de 48 años, director general y gran artífice del despegue que ha tenido Esade en los últimos años, es entusiasmo.

Las escuelas de negocios, aunque no lo manifiesten abiertamente, parecen excesivamente preocupadas por los rankings.

Si nos hacen una fotografía sobre el perfil de gente que tenemos siempre, salimos bien posicionados, porque se trata de una persona trabajadora, con interés por el proyecto en el que está y que compagina su proyecto profesional con el de la empresa. Quiero destacar un elemento que me parece definitivo: el liderazgo cooperativo, ya que una parte de los negocios es competitividad y lo demás es cooperación. Muchas escuelas de negocios generan el primer hábito. A nosotros nos interesa que se genere un perfil de gente que tienda a cooperar. Cuando los rankings miran otras cosas pues no salimos tan bien. Estamos entre las diez mejores de Europa, pero no puedes tener una organización que piensa sólo en los rankings. Tienes que preocuparte por salir bien, pero atendiendo a tu razón de ser.

'No es bueno perpetuarse en un puesto directivo. Es necesario saber salir'

¿Qué elementos valoran los alumnos a la hora de decidirse por una determinada escuela?

Fundamentalmente, los procesos de autoconocimiento y de seguridad, los temas más sutiles y no tanto los temas de finanzas ni de recursos humanos, sino a aquellos que les ayudan a conocerse ellos mismos. El tema de la dirección es clave porque más del 80% del tiempo de los directivos se dedica a relaciones interpersonales. Para todo ello, el autoconocimiento es importante. Es necesario tener un buen conocimiento y autocontrol de uno mismo, ya que puedes mejorar las funciones directivas porque sabes en qué te equivocas. El proceso formativo tiene un factor cognitivo importante porque no puedes salir de aquí sin saber lo es un balance, pero lo importante es el desarrollo de las competencias. Y es dificilísimo formar en esto porque es carísimo y exige mucha dedicación.

Pero su finalidad es formar a buenos directivos.

Sin duda. Y nos volcamos en ello. En la formación del desarrollo de competencias montamos un grupo de teatro, donde se enseñan determinadas habilidades, como a hablar en público. Es el gran atractivo de lo que hacemos, pero hay otro componente, como es intentar desarrollar determinadas sensibilidades. Nos gustaría que la gente que se formara en Esade fueran buenos ciudadanos. Y esto se empieza a desarrollar en la familia y en el colegio. Más tarde poco se puede hacer. Es importante explicitar el coste de tus decisiones, ya que nosotros les hacemos ver la compañía desde fuera, desde el entorno económico, político y social.

¿Qué carencias cree que tienen los ejecutivos?

Tienen áreas de mejora. La solución no pasa por tener una clase de ética, sino que se tiene que ser consciente de que hay que ver las cosas desde fuera, ver la repercusión que pueden tener las decisiones que se toman.

Se encuentra en su segundo mandato y se le considera uno de los artífices del impulso de la institución, ¿qué destacaría de su gestión?

Creo que he aportado cambio y continuidad. Esto es importante porque es muy fácil perder aquello que estaba en la raíz, como son los elementos de formación humana, holística, rigurosa, con gente competente y capacidad de compromiso. Lo importante es que cuando yo me vaya, la institución esté bien cimentada y se mantenga. También me gustaría que fuéramos un buen foro de pensamiento internacional, que se viera toda la escuela como si fuera una tribu. Para educar a un niño se necesita a toda una tribu, no es un problema sólo de padres o de maestros, es un todo. Y yo deseo que toda la institución acompañe siempre a los profesionales en todo el proceso formativo.

¿Habrá un tercer mandato?

No. Me quedan dos años y medio y creo que no es bueno perpetuarse en un puesto directivo. Hay que saber salir y ver la parte buena de la salida. Todo sería mucho mejor si se aceptara mejor el fracaso, porque, a veces, por no fracasar se es capaz de hacer muchísimas cosas. Es importante alabar a todo aquel que fracasa, porque son indicadores de por dónde no hay que ir. Los directivos deberían saber marcharse. Cuando hablamos de competencias enseñamos a diferenciar los distintos roles que se han de cumplir. Las decisiones empresariales son dificilísimas y, si no tomas distancia y no sabes diferenciar el rol de la persona, es muy complicado. No siempre hay que bailar, sino que hay que mirar el baile desde el balcón.

Con la entrada en firme de la Declaración de Bolonia, o lo que es lo mismo, la creación de un espacio armónico en Europa de educación superior, ¿no existe un riesgo de huida del talento?

Bolonia significa la competencia por el buen talento, ya que en tercero de carrera te puedes marchar a estudiar a cualquier universidad europea. Hay países que se están definiendo rápidamente y España aún no ha empezado. Es necesario crear mecanismos de calidad y de prestigio para atraer talento. Hay que hacer las universidades más atractivas para atraer a lo mejorcito de Europa. Se trata de una oportunidad para Esade, pero si tenemos malas universidades públicas no nos hace ningún bien y al contrario, si tenemos buenas universidades nos irá bien. Se trata de un juego competitivo para atraer a profesores y alumnos de calidad.

'Meditar te da estabilidad emocional y te ayuda a superar situaciones'

Si algo se siente Carlos Losada es profesor, sobre todo cuando sus cuatro hijos le avasallan a preguntas al hacer los deberes. Reconoce que éste es uno de los momentos más gratos del día.Trabaja muchas horas y, a veces, tiene cargo de conciencia, ya que si algo le gusta es disfrutar de la vida, practicar deporte (jugar la pádel, al frontón o correr), leer poesía, escuchar música o estar con amigos. 'Ahí es cuando me transformo y me libro del rol', afirma.Lo que no perdona jamás son sus 20 minutos de meditación por la mañana y otros 15 minutos al acabar el día. 'Me sirve para repasar el día, para hacer una revisión de mis actos desde la efectividad'. De hecho, en Esade se imparten clases de yoga en la capilla de la sede de Barcelona.Y si algo recomienda Losada a los directivos españoles es precisamente cuidar su vida interior, 'y sino lo hacen, se equivocan, porque es algo que te da estabilidad emocional y te ayuda a superar situaciones difíciles'.No son éstas las únicas recomendaciones que hace. En Esade tienen definidas muy claramente las competencias ejecutivas, que pasan, entre otras, por el conocimiento y la confianza en sí mismo, la empatía, la iniciativa y el optimismo. Algo de lo que no escasea Losada.

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