Londres pide a la CE que investigue la falta de competencia gasística en el continente
La falta de integración de los mercados energéticos europeos empieza a ser preocupante para Gran Bretaña. El regulador nacional del sector, Ofgem (Office of Gas and Electricity Markets), pidió ayer a la Comisión Europea que investigue por qué el gasoducto que une la isla con el continente no suministra todo el gas que demanda el mercado británico.
El estrangulamiento, según el regulador, puede estar provocando una escalada de los precios del gas en Gran Bretaña, que se han triplicado en los últimos 12 meses. La grave situación ha obligado a varias empresas a reducir su producción por falta de suministro y el Parlamento británico convocó la pasada semana una sesión urgente para tratar el tema.
'No entendemos por qué el gasoducto funciona al 60% de su capacidad cuando los precios en Gran Bretaña son tan elevados', señaló el portavoz de Ofgem en declaraciones a varias agencias.
El organismo sospecha que la falta de competencia en los mercados continentales está limitando el volumen de gas que puede despachar Interconnector, la compañía británica que gestiona el gasoducto que une Bélgica con Gran Bretaña. El director general de Ofgem, Alistair Buchanan, indicó en una entrevista con la radio BBC que 'hemos compartido nuestros temores con Bruselas'. Y según la agencia Europa Press, mencionó a España como uno de los países cuyo funcionamiento del mercado preocupa más en Gran Bretaña.
La CE, por su parte, aseguró que no ha recibido ninguna queja oficial del regulador británico. Y recordó que, desde junio, está llevando a cabo una investigación sobre la competencia en el sector energético.
Las conclusiones preliminares de esa investigación, presentadas el pasado 15 de noviembre, señalan que el mercado del gas sigue dividido por fronteras nacionales y que, en casi todos ellos, el operador histórico controla la mayor parte de los contratos de importación. 'Y esos operadores apenas se involucran en el comercio transfronterizo', señala la Comisión.
Bruselas piensa que 'existe todavía margen para maximizar la utilización de los gasoductos', porque 'incluso en los períodos de más demanda durante el invierno existe un 10% de capacidad sin usar'.