Ánimo al billete verde

Los operadores de divisas son fáciles de dirigir. Cuando la mayoría de los economistas predijo una caída en el dólar estadounidense este año, señalando a los déficit comerciales, Wall Street esperó lo peor para la moneda más atractiva del mundo y aclamó a los efervescentes rivales asiáticos. El problema es que los tipos de cambio extranjeros a menudo tienen poco que ver con los datos sobre comercio, y el dólar subió. (...).

Una moneda no es un verdadero bien de consumo como el oro o el trigo. Idealmente, es un cúmulo de valor. Su abastecimiento es determinado por un banco central (...). Más que en ningún sitio, esto es verdad en Asia, donde los bancos centrales se dedican a manipular alegremente los tipos de cambio (...).

Claro que la relativa salud de la riqueza económica de los países influencia la demanda de moneda. La economía estadounidense ha continuado en marcha mientras la mayor parte de Asia se ralentiza y Europa va dando botes. La mayoría de los economistas espera que EE UU crezca en torno a un 3,5% desde el último trimestre hasta el próximo año. El empleo aumenta, la llamada burbuja inmobiliaria se está corrigiendo lentamente y el gasto de los consumidores sigue fuerte. Este no es el retrato de un país angustiado.