Las mujeres huyen de las ingenierías
Las universidades y las empresas lanzan campañas para atraer a las alumnas a las ingenierías
Las escuelas de ingeniería no resultan atractivas para las mujeres. Están masculinizadas. Mientras que en las carreras de ciencias sociales y de la salud el 60% de los matriculados son mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en las cientifico-técnicas son los hombres los que sobresalen. Y hay titulaciones, como ingeniería informática, donde están matriculadas cuatro mujeres frente a 80 varones. Por ejemplo, en la Universidad Politécnica de Madrid hay matriculados un 70% de hombres frente a un 30% de féminas. Y aunque la realidad va cambiando poco a poco, los datos preocupan tanto a las universidades como a las empresas. 'Hace una década el porcentaje de mujeres era del 23% y vamos mejorando, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Estamos preocupados por el asunto y estamos tomando medidas para intentar atraer a las alumnas', explica Jesús Arriaga, adjunto al vicerrector de ordenación académica y planificación estratégica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
También desde la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), donde el 27% de los 6.000 alumnos de nuevo acceso este curso son mujeres, están intentando atajar el problema. 'Queremos que las carreras técnicas dejen de estar masculinizadas y para ello estamos haciendo una campaña destinada a las jóvenes que están estudiando el Bachillerato para que se les quiten todos los miedos', asegura Joan María Miró, vicerrector de docencia y extensión universitaria, quien reconoce que el primer paso es eliminar esa imagen masculina que ha acompañado a algunas titulaciones, por ejemplo Arquitectura técnica (los antiguos aparejadores) o ingeniería industrial, donde el número de matriculadas es muy bajo. 'Hace falta más información porque muchas veces se desconoce a qué se dedica un informático y se vincula con un trabajo de hombres', señala Miró.
El factor cultural también influye en el rechazo. 'La realidad empresarial ha cambiado, pero cuesta. Cuando una chica dice en su casa que va a estudiar una ingeniería, lo normal es intentar convencerla para que no lo haga', dice el portavoz de la UPC.
'La tecnología es tan dinámica que siempre estás aprendiendo y empezando de cero'
En las empresas también están preocupados. Por ello, IBM ha puesto en marcha unas jornadas en las universidades y en los centros de educación secundaria de España, Portugal, Grecia, Israel y Turquía, con el fin de intentar potenciar y estimular el estudio de las carreras técnicas, sobre todo por parte de las mujeres y de los discapacitados. 'Nuestro objetivo es abrir la mente y que los jóvenes vean que esto de ser ingeniero es una profesión atractiva y que no hay que salir de España para hacer trabajos interesantes', explica Marta Rivas, responsable de soluciones de IBM, empresa en la que trabaja desde hace 23 años. 'Nunca me he arrepentido de haber elegido esta profesión. La tecnología es tan dinámica que siempre estás aprendiendo y empezando de cero', dice Rivas.
Mejores expedientes y más vocación
Una vez que se deciden a estudiar una ingeniería, la tasa de éxito de las mujeres está por encima, en un 12%, de la de los hombres. Lo explica Jesús Arriaga de la UPM: 'Ellas abandonan menos, la tasa es inferior. Vienen menos mujeres, pero son más vocacionales y no tiran la toalla con tanta facilidad'. Otro de los problemas que sufren las carreras técnicas es el del abandono. Esto suele suceder, al menos en el 60% de los casos de la UPM, en el primer curso de la carrera. Esto se debe, asegura Arriaga, al cambio de ritmo y del proceso de formación del Bachillerato a la Universidad. 'Para evitar ese choque tenemos programas con mentores para que los alumnos se adapten a través de cursos cero', explica. Con este fin la Politécnica de Catalunya puso en marcha en 1992 una primera fase selectiva, que consiste en que a un alumno se le permite superarla en el doble tiempo de lo previsto. En caso de que no lo supere no puede matricularse en la misma carrera, aunque puede hacerlo en otra.