Comidas dignas de los mejores gourmets
Champán, caviar, recetas firmadas por chefs prestigiosos, menús adaptados a las creencias religiosas, para celiacos, diabéticos... Comer a 30.000 pies de altura, se ha convertido en un aliciente más a la hora de volar. Las compañías aéreas se han dado cuenta de que la gastronomía es un plus dentro de los servicios que se facilitan a los pasajeros de primera clase y business, y no escatiman esfuerzos para que la cocina que se sirve a bordo resulte más atrayente.
La última en sumarse a esta idea ha sido precisamente Iberia con los menús de la nueva clase Business Plus (para pasajeros de negocios en vuelos de largo recorrido) diseñados Sergi Arola -dos estrellas Michelin-. El cocinero catalán ha creado 70 menús tradicionales españoles que también contemplan ciertos toques iberoamericanos en los vuelos de regreso. Siempre llevan sopa y un plato a elegir, ya sea carne (picantón al horno, solomillo con trufa) o pescado (lomo de bacalao, suquet de rape), o bien una opción vegetariana. Una selección de quesos con DO da paso a los postres, creados por Paco Torreblanca (uno de los mejores pasteleros del país), servidos en los vuelos con salida desde España. Y en el apartado vinícola, Somontano, Penedés y Rioja, elegidos por el sumiller de La Broche y servidos en copas grandes de cristal.
En Air Europa todos los vuelos tienen idénticos menús (varían las vajillas; en los que se dirigen a Shangai son de Agata Ruiz de la Prada). En los trayectos internacionales se facilita un servicio principal con una entrada fría, diversas ensaladas, segundo (solomillo, entrecot, rape asado) y postres, mientras que Spanair incluye una comida si el vuelo supera las dos horas y media de trayecto. En los viajes a Canarias ofrecen productos y recetas locales (quesos de la tierra, papas, mojo), y en las rutas europeas, refrigerios calientes y comidas o cenas. Tienen también el llamado menú Rioja, con platos y vinos de esta región.
Lufthansa ha optado por el asesoramiento gastronómico. Así en primera y business en vuelos intercontinentales ofrece el programa Star Chefs, con menús desarrollados por chefs de prestigio (han trabajado con Paul Bocuse o Santi Santamaría, ahora a cargo de dos suizos). Caviar, ganso asado con lombarda o rodaballo con langosta son alguna de las propuestas. Los platos se acompañan de vinos del mundo (aunque no tienen españoles) realizados por un conocido sumiller. Y para los pasajeros frecuentes sirven el menú FlightLine, más ligero.
Para sus vuelos intercontinentales World Business Class, KLM tiene un acuerdo con la sociedad de restauración Alliance Gastronomique Néerlandaise, que prepara platos especiales e incluyen vinos seleccionados por un enólogo holandés (también whisky Chivas y coñac Remy Martin).
Air France se hace asesorar por el tres estrechas Michelin Guy Martin y por un campeón del mundo de sumilleres en su servicio de comida principal y secundaria, junto al buffet libre en vuelos superiores a diez horas y media.
Brithis Airways cuentan con un Consejo Culinario integrado por chefs de todo el mundo. En rutas con EE UU, tanto en primera como en business se puede cenar antes del vuelo, y los pasajeros de first pueden elegir con antelación lo que comerán durante el viaje (siete platos a elegir). En esta misma clase, viajando de Londres a Nueva York o Bangkok, los pasajeros pueden pedir el menú Shiva Som, creado por el homónimo resort de lujo tailandés.
Desde el 1 de septiembre, American Airlines ha puesto en marcha los nuevos menús en primera y clase business en vuelos transatlánticos, concebidos por famosos cocineros norteamericanos y europeos, que reflejan los gustos y cocinas de los dos continentes (cowboy steak con cebollas picantes, bacalao con puré de berenjenas). Estos, como el menú Quick Cuisine (comida rápida) se sirven cuando lo solicita el pasaje.
Españolizar al máximo los menús de Iberia
Plantearse dar 1.500 comidas diarias desde España, más los vuelos de retorno, no ha sido tarea fácil para el cocinero Sergi Arola, que desde mayo de 2005 lleva trabajando con Iberia en este nuevo proyecto.æpermil;l mismo manifiesta que 'no tenía referencias a la hora de llevarlo a cabo', circunstancia a la que hay que sumar el hecho de que existen una serie de problemas técnicos, 'como por ejemplo la instalación de hornos, por temas de seguridad de vuelo'. Su objetivo ha sido 'españolizar al máximo los valores gastronómicos de Iberia -comenta-, partiendo de valores tradicionales y dándoles un tratamiento de modernidad'.Veinte chefs de otros tantos caterings con los que trabaja la compañía aérea, han participado con Arola, encargado también de la selección de productos, la presentación a bordo, logística y el servicio al cliente.
Postres
Los golosos están de enhorabuena si deciden escoger el Business Plus de Iberia. La compañía española además del acuerdo con Sergi Arola, ha contado con el repostero Paco Torreblanca para ofrecer postres en sus vuelos. Se puede escoger entre varias modalidades, pero una vez más, el chocolate vuelve a ser el fuerte del pastelero español.