Alfredo Sáenz ve insostenible el actual modelo económico
El líder del PP, Mariano Rajoy, salió ayer reconfortado de la comida que le ofreció The Economist en un céntrico hotel madrileño. El consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, arropó los principales pilares de su crítica a la política económica del Gobierno delante de otros importantes empresarios, entre ellos el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.
Sáenz reconoció el beneficio que en los últimos años ha reportado una situación económica que calificó de 'privilegiada' si se compara con la de otros países de la Unión Europea. Esta circunstancia, añadió el consejero delegado del Santander, contribuyó a que las empresas españolas tuvieran mayores beneficios y aumentaran su capacidad para invertir. A su juicio, para tener empresas más grandes y competitivas hay que asumir riesgos y también obtener mayores beneficios, pues éstos son claves para su expansión internacional. Hasta aquí todo correcto. Pero a la hora de analizar la coyuntura, Sáenz diagnosticó que la economía española 'pierde competitividad y no gana en flexibilidad', algo que le preocupa. 'Nuestro modelo económico', añadió, 'no es de calidad ni sostenible'. Y en este contexto recordó una reciente cita del todavía presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, 'quien resumió en una palabra la clave del crecimiento económico: flexibilidad'.
'Estoy de acuerdo', le respondió Mariano Rajoy. Y, a continuación, el líder del PP le recordó que en 1996, nada más arrancar el primer Gobierno de José María Aznar, hizo un ajuste urgente del gasto cercano a 250.000 millones de las antiguas pesetas. Lo contrario, aseguró, de lo que ha hecho el Gabinete que preside José Luis Rodríguez Zapatero. 'El gasto público', mantuvo Rajoy, 'debe estar por debajo del crecimiento nominal de la economía'. Según el presidente del PP, una segunda razón para desconfiar de la actual coyuntura económica es la falta de estabilidad institucional, en referencia implícita a la polémica desatada por el Estatuto catalán. No explicó los motivos de que no sea así, pero aseguró que para que hubiera seguridad económica se debería 'transmitir que hay acuerdo entre los principales partidos' en estos temas. 'La seguridad', sentenció, 'es capital'. En su opinión, ni Esquerra Republicana ni Izquierda Unida 'son los socios más adecuados para hacer política económica'.
A pocos metros de su mesa se encontraba el secretario de política económica del PP, Miguel Arias Cañete, sentado al lado del consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. Ambos escucharon previamente de boca de Rajoy (y el primero no fue ajeno a su discurso) palabras más duras respecto de la actual situación política y económica. El presidente del PP aseguró que el Estatuto llegado de Cataluña 'dinamita el sistema autonómico de 1978, rompe la unidad de mercado y el modelo de financiación'.
Reformas de Estatutos innecesarias
Pero cuando más se abrió el líder popular a la hora de expresar sus opiniones sobre el proceso de reformas estatutarias fue al final del coloquio, poco después de que la ex ministra de Medio Ambiente Isabel Tocino, asesora externa de Siebel Systems para España y Portugal, le preguntara por la falta de medidas concretas del Gobierno para favorecer la competitividad. El conferenciante, que siempre condujo sus comentarios económicos hacia el debate territorial, concluyó que 'no es necesario hacer reformas de Estatutos en ninguna parte', ya que, a su juicio, en quienes las defienden prima el interés de 'algunas élites políticas ya que el interés ciudadano queda en el quinto pino'.
Rajoy dibujó ante los empresarios, buena parte de ellos extranjeros, la imagen de un Gobierno pasivo a la hora de afrontar las reformas pendientes. Citó, en concreto, la del mercado laboral. 'Soy partidario de llegar a acuerdos, por lo que desde el Gobierno habrá que presionar y aportar papeles, porque es necesaria más flexibilidad', aseguró.
Entrecanales hace de traductor
El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, decidió no 'meterse en jardines', como él mismo confesó ante Rajoy, y optó por preguntarle al líder de la oposición por la reforma de la educación, que ha originado, dijo, 'una de las batallas más encarnizadas que conozco'. A Entrecanales no le interesó tanto la polémica suscitada por la actual Ley Orgánica de Educación, en trámite parlamentario, como la necesaria mejora de la educación superior y universitaria. Rajoy le respondió con su preocupación por el bajo presupuesto que, en su opinión, destina el Gobierno a investigación, desarrollo e innovación.El coloquio previo a la comida estuvo moderado por el director editorial de The Economist, Daniel Franklin, quien se interesó por la reforma constitucional y ofreció una vez más a Rajoy el pretexto para derivar sus respuestas hacia el debate territorial. Como no entendió la pregunta, formulada en un perfecto inglés, el líder de la oposición tuvo que echar mano de la traducción posterior que le hizo José Manuel Entrecanales. 'Yo no incluí esa reforma en mi programa electoral. No veía a nadie que dejase de dormir por este tema', ironizó Rajoy.