Merkel centrará su investidura en la lucha contra el paro
Angela Merkel se convertirá hoy en la primera mujer canciller de Alemania. El Parlamento federal (Bundestag) elegirá a Merkel jefa de un Gobierno de una coalición CDU-SPD que se presenta complicado. Entre los desafíos que ambas formaciones reconocen en el texto del contrato de gobierno de gran coalición: cinco millones de parados, el endeudamiento, el cambio demográfico (envejecimiento) y la globalización. Su consigna: sanear, reformar, invertir.
Se ahorrará y recortarán las subvenciones, se subirán los impuestos para tapar los agujeros fiscales y se procurará sanear las cuentas públicas. Pero, ¿está la acomodada sociedad alemana dispuesta a los consecuentes sacrificios y renuncias? Funcionarios, sindicatos, asociaciones de médicos y entidades de asistencia sanitaria privadas empiezan a removerse y protestar.
Los primeros en rebelarse ayer contra los planes de ahorro de Merkel: los funcionarios. El nuevo Gobierno pretende recortar en un 50% la paga extraordinaria de Navidad a sus ministros y funcionarios a partir del próximo año. El objetivo de Merkel y el nuevo ministro de Finanzas, el socialdemócrata Peer Steinbrück, es reducir en mil millones de euros los gastos de la Administración pública, que ascienden a 15.000 millones de euros anuales.
La creación de empleo será, como apunta la misma Merkel, la piedra de toque que permitirá calibrar el éxito del nuevo Gobierno. Pero la mayoría de parados de larga duración son personas con escasa o nula cualificación profesional. Cada vez más personan trabajan temporalmente y en jornada reducida.