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Cultura laboral

India, más allá de las firmas tecnológicas de Bangalore

Los expertos piden que la inversión extranjera se dirija a bienes de consumo

India quiere coronarse como la mayor economía emergente de Asia y ganarle la batalla a China como destino de las inversiones occidentales. Los expertos saben que para lograrlo, el país no debe jugar únicamente a la carta tecnológica ni posicionar el sur del país, en especial la ciudad de Bangalore, como una franquicia del Silicon Valley californiano. Esta es una de las principales conclusiones de la XI Jornada Anual de la Asociación de Antiguos Alumnos de Esade, que este año ha tenido como eje central los procesos de innovación y cambio que se están produciendo en el país.

Se trata de una región en pleno desarrollo y de crecimiento económico constante, con infinitas oportunidades de negocio con los países occidentales. 'Nos encontramos ante la octava economía más grande del mundo y la tercera asiática en cuánto a crecimiento del consumo doméstico', según datos de Sanjay Peters, profesor del Departamento de Economía de Esade-URL.

Los ponentes que participaron en la mesa redonda de Esade quisieron acabar con los tópicos que tradicionalmente se asocian a la sociedad india. Reconocen que existen grandes desigualdades, aunque su principal problema, la pobreza ha experimentado mejoras entre la década de 1991-2001, en la que ha logrado reducirse. 'Es la democracia más larga del mundo con un censo en las últimas elecciones de 650 millones de personas y con más de 220 partidos', apunta Pavan K Varma, director general del Indian Council for Cultural Relation y autor de Las Claves para entender la India del siglo XXI.

Esta estabilidad, apuntan, permite que no tambaleen las inversiones extranjeras que se hacen en el país. Además, pese a que 'la espiritualidad es una constante en sus vidas, los indios tienen los pies en la tierra cuando se trata de hacer negocios y siempre están mirando al balance empresarial', reconoce Varma. Pocas, pero algunas empresas españolas, como Ficosa Internacional han echado raíces en India. La firma de componentes, asociada con el gigante indio Tata, cuenta con plantas en este país y en China. En este mercado, fabrican espejos internos para algunos modelos de Ford. Su apuesta por el país, según explica su consejero delegado, Javier Pujol, es firme, aunque existen algunas limitaciones, como la carencia de infraestructuras y las diferencias entre las zonas urbanas y rurales.

Los participantes en la mesa redonda de Esade explicaron que una vez el país se ha consolidado como potencia tecnológica hay que ganar terreno en otros ámbitos. 'El reconocimiento mundial ha permitido que los indios ganaran en autoestima', según Varta. Así, uno de los campos hacia los que las firmas extranjeras pueden canalizar inversiones en la India son sus infraestructuras, aunque no es el único. Las inversiones extranjeras deben centrarse en atender las crecientes necesidades de las clases medias, según Rajeev Chandrashekar, uno de los creadores del Pentium de Intel y fundador de BPL Mobile. Necesitan todo tipo de bienes de consumo y servicios. Los expertos también destacaron que España debe posicionarse como un destino turístico para los indios.

La Asamblea de Alumnos de Esade premió a Juan José Brugera, Consejero de Colonial y a Alfredo Sáez, vicepresidente segundo y consejero del Santander con el premio Jaume de Cordelles, que se concede a directivos que han destacado por su trayectoria.

Unas diferencias culturales fáciles de superar

Aunque a simple vista la cultura española y la india no tengan puntos en común, existen algunos vínculos. Sanjay Peters, profesor de Esade, sorprendió a los ex alumnos de la escuela de negocios estableciendo un nexo de unión entre la música originaria de la zona norte de Rajastán y el flamenco español. Un pequeño concierto entre músicos de ambas nacionalidades sirvió al profesor para ejemplificar con la música la naturalidad con la que se pueden cerrar negocios entre ambos países. Los ponentes destacaron las mejoras del país en los últimos años, que han permitido que se lancen al mercado indio las empresas foráneas. 'El gobierno ha dejado de participar en los negocios y ha optado por facilitar las alianzas', dice Varta. Pujol, sin embargo, cree que la legislación es todavía 'complicada'.

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