Una de cada tres parejas jóvenes es 'dinki'
A los yuppies, singles, metrosexuales, retrosexuales y demás etiquetas que clasifican estilos de vida, se suma ahora un grupo cuyos integrantes disfrutan del presente sin agobiarse con el futuro. Son los dinkis y para considerarse uno de ellos basta con tener entre 25 y 35 años, ser el 50% de una pareja heterosexual -sin papeles que formalicen la relación- y manifestar alergia a la idea de procrear.
El término fue acuñado en Reino Unido y la primera en hablar de él en España ha sido la firma de análisis sociológico Millward Brown, que sostiene que en este país conviven 800.000 parejas de dinkis, acrónimo de double income no kids (doble ingreso no hijos, en su traducción textual). Otra condición, además de no estar casados, es gozar de un trabajo bien remunerado.
El informe de Millward Brown, presentado ayer y basado en 10.000 entrevistas, indica que el fenómeno dinki -no debe confundirse con dinky (en inglés, mono o bonito)- ha crecido un 75% desde 2000 y se da con mayor fuerza en Madrid y Barcelona. En total, de las 477.000 parejas entre 25 y 35 años que residen en este país la tercera parte no ha pasado por el altar o por un juzgado para dar el 'sí quiero'.
Los consultados para la elaboración del estudio opinan que la etapa dinki es un periodo de transición que prolonga la juventud y retrasa la llegada de los hijos, aunque en ocasiones se alarga de por vida e incluso afecta a personas viudas que rehacen sus vidas en pareja.
Según revela la investigación, hombre y mujer conservan un fuerte individualismo y están al mismo nivel social, intelectual, etcétera. Llegan a cambiar el hijo por una mascota y cumplen con el lema del carpe diem. Son narcisistas, optimistas, despreocupados, se dejan llevar por el hedonismo y les gusta improvisar.
'Los dinkis representan la modernidad, son el motor del cambio dentro de las nuevas familias y hogares', citan desde Millward. La empresa no valora el porqué, pero indica que el 73% de estas parejas optan por el alquiler de vivienda (el precio medio de la vivienda libre en España es de 1.780 euros por metro cuadrado, cifra que sube a 2.719 euros en Madrid y 2.037 en Cataluña). æpermil;stas son luminosas, con decoración minimalista, mucho diseño y muebles funcionales. 'El piso suele ser temporal o caduco, ya que la duración de la pareja también puede ser temporal', concluye el estudio. Sin la preocupación de criar a uno o varios niños, los dinkis son retratados como jóvenes consumistas. Rinden culto a las nuevas tecnologías: su factura del móvil supera en un 69% la del consumidor medio español, un 35% de las parejas asegura comprar por internet y la mayoría dice consultar los movimientos de sus cuentas y tarjetas de crédito a través del PC.
Ni que decir tiene que este amigo del buen vivir tiene paladar de gourmet, pero pisa poco la cocina. Un 51% está dispuesto a pagar el precio de una buena comida -a poder ser exótica- en un buen restaurante, aunque las exigencias de sus empleos les lleva a digerir comida rápida con más frecuencia que las familias tradicionales.
Prefieren el centro comercial a la tienda de barrio, el gimnasio al ejercicio en la calle, y viajan un 40% más que cualquiera de sus vecinos con hijos, quienes además les ven salir por la noche habitualmente sin tener que recurrir a una niñera. Por último, son víctimas de la moda y buscan marcas de éxito para identificar sus aspiraciones con ellas.
En Madrid hay 343.000 parejas de casados entre 25 y 35 años, por 134.000 de dinkis. En Castilla y León los primeros son 95.000 y 56.000 los segundos. Y en Aragón se estrecha el margen, con 33.000 parejas casadas y 29.000 que conviven sin estarlo y sin hijos.
Despreocupados sí, pero no inconscientes
'Nuestros abuelos habrían actuado como nosotros de tener las mismas posibilidades, de hecho nos aplauden', dice Sandra. Su pareja, Nacho, cree que vivir con un compromiso limitado ayuda a 'conocerse y afrontar la futura posibilidad de tener hijos con ciertas garantías de éxito'.Ambos son comerciales, tienen cierto nivel adquisitivo y no reparan en gastos para conquistar la felicidad en las horas que les deja el trabajo. 'Ser un dinki no tiene nada que ver con ideologías políticas sino con afrontar la vida según te viene', comenta Nacho.Esta pareja posó ayer ante las cámaras y respondió preguntas en las que se les tachaba de frívolos. 'Que nos guste vivir cada día no quiere decir que no tengamos un plan de pensiones', zanjó el dinki.