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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El despegue de América Latina

La economía de América Latina disfruta hoy de una salud más que aceptable, con un crecimiento global que se aproxima al 5%, y va camino de un cuatrienio sostenido de recuperación en el que el PIB per cápita crecerá un 10%. Son datos que no deben llevar a la euforia, pero reflejan una notable mejora frente a las crisis de 2002, cuando los problemas de Argentina y Brasil afectaron a toda el área.

Esta positiva evolución de Latinoamérica recibió ayer, en la apertura del VII Foro Latibex, el reconocimiento de algunos de los directivos más prominentes del empresariado español: Emilio Botín ('va más que bien'), César Alierta ('supone el 25% de los beneficios del grupo Telefónica'), Francisco González ('ha registrado progresos impresionantes en su apertura exterior') e Íñigo de Oriol ('tiene un enorme potencial de desarrollo'). Todos coincidieron en destacar la buena marcha del área, que ven como destino natural de la inversión de las empresas españolas, y las oportunidades que presenta. Y prueba de esta apuesta puede ser la evolución del Latibex: en lo que va de año, ha subido un 69,21%, frente al 14,44% del Ibex. Cierto que es un mercado aún pequeño, pero el Top Latibex, que agrupa a las 15 grandes empresas, creció igualmente un notable 65,71%.

Desde que hace tres lustros empezaron a invertir en la región, las empresas españolas han contrastado su vocación de permanencia y su compromiso con la zona, y es incontestable su fundamental aportación a la mejora en las economías de aquellos países.

Las políticas económicas, en general más rigurosas, y los altos precios de las materias primas también impulsan la región. Sin embargo, esta bonanza no debe ocultar las grandes debilidades del área que aún deben resolverse. Queda mucho por hacer -en unos países más que en otros- en los campos del reparto de la riqueza y en la también ayer reclamada estabilidad institucional. Pero igualmente en transparencia, seguridad jurídica, liberalización y regulación de los mercados... Y en esa zona de sombras, el populismo y algunos focos de crisis fronterizas pueden encender las peores llamas.

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