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La batalla energética

Los titubeos de Kroes ponen en peligro la credibilidad de la CE

Bruselas había dado crédito a las reivindicaciones contables de Endesa

Si alguien no puede cantar victoria en la opa sobre Gas Natural y Endesa es la comisaria europea de Competencia. Los titubeos y cambios de criterio de Neelie Kroes ante las presiones políticas que ha provocado el caso han puesto en peligro su credibilidad como árbitro neutral de las empresas europeas. Su decisión sobre la jurisdicción aplicable a la opa quedará teñida por la sospecha de que no responde sólo a razones contables.

Neelie Kroes cumplirá el próximo martes su primer año como comisaria europea de Competencia. Pero su gestión durante uno de los conflictos más importantes durante su mandato ya ha provocado la sospecha dentro de su propio departamento de que 'no es capaz de aguantar las presiones del cargo'.

Kroes ha seguido un curso errático durante los dos meses en que, primero, dio pábilo a las reclamaciones de Endesa para que Bruselas interviniese en la opa de Gas Natural y, después, ha rechazado con cajas destempladas todos los argumentos presentados por la eléctrica. Hoy recibirá, casi con total certeza, el respaldo del resto de los comisarios a su decisión en favor de declarar que la opa 'no tiene dimensión comunitaria'. Pero la sombra de duda permanecerá sobre su gestión del expediente y ha hecho añorar a los veteranos el pulso firme de sus dos antecesores, Karel van Miert y Mario Monti.

Kroes paga con su credibilidad el haber caído en la tentación de intervenir en un proceso de consolidación nacional de los sectores energéticos que, según reconoce ahora, no era de su competencia. Su empeño en dar crédito a los ajustes contables presentados por Endesa para justificar la intervención de Bruselas ha abierto una brecha en su neutralidad de la CE como autoridad única en las fusiones de gran envergadura. Kroes enfatizó ante el Parlamento Europeo la seriedad de los argumentos de Endesa, aunque ahora dictamina que casi todos partían del principio inaceptable de tomar en consideración unas cuentas sin auditar.

Los dos meses que ha necesitado para llegar a esa conclusión han provocado una creciente politización del expediente. El Partido Popular europeo, que cuenta con José Manuel Durão Barroso como presidente de la Comisión, ha mantenido una férrea presión sobre la comisaria para que se hiciera con el control de la operación. Los socialistas europeos reaccionaron pidiendo la inhibición de la comisaria. El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, también hizo sentir su malestar por la desconfianza de Endesa hacia las autoridades nacionales de competencia y advirtió de que sólo aceptaría la decisión de Bruselas 'según lo que diga y cómo lo diga'.

A nivel europeo, las críticas a la comisaria no tienen color político. Lord Garel-Jones, antiguo secretario de Estado para Europa de Margaret Thatcher y John Major, alertaba ayer en el Financial Times sobre el coqueteo de Kroes con las cuentas sin auditar de Endesa. 'Espero (...) que se abstenga de abrir una caja de Pandora que podría fácilmente tener repercusiones que dañarían la autoridad bien ganada por la Comisión en este terreno'.

Álvaro Ramos, abogado del despacho Howrey, prefiere extraer alguna conclusión positiva de la trifulca. 'Al menos, Kroes ha conseguido fundar su decisión en razones jurídicas y contables y aunque ha generado incertidumbre, no ha perjudicado el calendario de la opa'. Algo es algo.

Gestión

La sombra de la duda permanecerá sobre la gestión del expediente llevada a cabo por la comisaria Kroes y ha hecho añorar a la veteranos de la Comisión el pulso firme de sus dos antecesores en el cargo; Karel van Miert y Mario Monti.

Despilfarro de un capital político muy escaso

Bruselas observa con disgusto las fusiones que pueden acabar con la incipiente liberalización del mercado eléctrico y del gas. Hoy mismo, la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, presentará en Estrasburgo un informe que revela 'serios problema' en el funcionamiento de esos sectores en Europa.Nada más ocupar el cargo, Kroes firmó el veto (la decisión había sido preparada por su antecesor Mario Monti) a la fusión de Energias de Portugal y Gas de Portugal. El tribunal de primera instancia de la UE avaló después esa decisión, estableciendo un precedente muy útil para la CE ante futuras fusiones. El departamento de Competencia y, sobre todo, el de Energía, ansiaba rentabilizar el capital político de esa sentencia. Pero su precipitada irrupción en el mercado energético español puede haber despilfarrado ese crédito. Las autoridades nacionales de competencia han observado, por primera vez en mucho tiempo, un intento de injerencia por parte de Bruselas. Y en el marco de descentralización comunitaria, la CE necesita la complicidad y la colaboración de esas autoridades. Al menos en España, quizá no la tenga garantizada a partir de ahora.

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