La relevancia de la cuota de mercado
La cuota de mercado de los fármacos genéricos en España está lejos de la alcanzada en otros países europeos, en parte debido a las distintas políticas sanitarias aplicadas. Pero la llegada al mercado español de las grandes firmas de genéricos sugiere que el sector espera un gran cambio
La reciente aprobación por el Consejo de Ministros del Anteproyecto de Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios ha vuelto a poner de actualidad el debate sobre la cuota de mercado de los medicamentos genéricos en España como posible indicador del ahorro potencial conseguido en el consumo farmacéutico público, cuando en realidad el concepto relevante en nuestro país no es la cuota de mercado de los genéricos, sino la cuota de mercado de todos los productos sujetos al sistema de precios de referencia, como argumentaremos a continuación.
La presencia de medicamentos genéricos en el mercado español data de finales de la década de los noventa, aunque fue a partir de la implantación del sistema de precios de referencia en diciembre de 2000, cuando la penetración de medicamentos genéricos comenzó a ganar peso en nuestro país, hasta llegar a las actuales cifras del 10% del mercado en unidades y del 6% en valores.
Desde algunas instancias se considera que estas cuotas de mercado son muy bajas, y para justificarlo ponen como ejemplo a países como Suecia, Holanda, Reino Unido o Alemania, donde, según datos de la European Generic Medicines Association (EGA), la cuota de mercado de los medicamentos genéricos en 2004 superaba el 10% en valores y el 40% en unidades.
Dada la percepción del medicamento genérico como un instrumento de ahorro, el potencial incremento de la cuota de mercado de los genéricos se asocia a menudo, a un menor gasto farmacéutico en nuestro país. Sin embargo, esta interpretación de la cuota de mercado de los medicamentos genéricos es errónea y sesgada: a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, en España el diferencial de precios entre medicamentos genéricos y el resto de productos de marca incluidos en el sistema de precios de referencia es mínimo.
Así, según los resultados de un estudio realizado por Farmaindustria a partir de información suministrada por la consultora IMS y referido a marzo de 2004, España cuenta con el menor diferencial de precios de toda Europa entre los medicamentos genéricos y los medicamentos originales de una muestra de productos que suponía más del 50% del total de ventas de medicamentos genéricos en España.
En el caso de países como Suecia o Reino Unido, donde el diferencial de precios entre medicamentos genéricos y los medicamentos originales es muy elevado, es posible vincular un incremento de la cuota de mercado de los medicamentos genéricos con una reducción del gasto farmacéutico. Sin embargo, en el caso de España, donde la tipología de productos sujetos al sistema de precios de referencia es mucho más amplia (medicamentos originales, licencias, copias, similares y genéricos), y donde las diferencias de precios entre dichas categorías de medicamentos son mínimas, el vínculo entre mayor cuota de mercado de genéricos y reducción de gasto farmacéutico no es inmediato.
Por tanto, la inexistencia de diferencias de precios significativas entre medicamentos incluidos en los mismos conjuntos hace que en España el concepto relevante a efectos de contención del crecimiento del gasto farmacéutico sea la cuota de mercado de todos los medicamentos sujetos al sistema de precios de referencia, y no el porcentaje del mercado total que representan los genéricos. Si lo analizamos desde esta perspectiva obtendremos que, a finales de 2004, la cuota de mercado de todos los medicamentos sujetos al sistema de precios de referencia en España era del 20% del mercado total en valores, muy superior al 12,3% de cuota de mercado de medicamentos genéricos en Suecia y muy similar al 20,6% del Reino Unido, o al 22,7% de Alemania.
El sistema de precios de referencia es, por tanto, el mecanismo básico de ahorro de la factura de medicamentos y no los genéricos per se. No siempre los genéricos son más baratos que los productos de marca, ni tampoco se puede sostener que debe primarse el consumo de genéricos cuando las diferencias de precios son en muchas ocasiones de unos pocos céntimos.