CDU y SPD pactan un programa de más impuestos y menos gastos para Alemania
Merkel ya dispone de un pacto cerrado con los socialdemócratas para someterse a la investidura como nueva canciller de Alemania en día 22 de noviembre. El programa de gobierno fue cerrado el viernes y, dada la situación financieramente delicada de Alemania, supone un incremento sustancial de los impuestos (sobre todo IVA) y un importante recorte de los gastos. Además, se flexibiliza el mercado de trabajo y se retrasa la jubilación.
Los partidos de la Unión (el democristiano CDU y el socialcristiano CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), que gobernarán Alemania en coalición los próximos cuatro años, concluyeron el viernes las negociaciones para concretar su programa común de Gobierno. Ocho semanas después de las elecciones parlamentarias, ambos partidos han acordado un rígido programa de ahorro público y una mayor presión fiscal para hacer frente a la consolidación presupuestaria.
Entre las medidas pactadas destacan el aumento de la edad de jubilación, que pasará de los 65 a los 67 años; aumento de la jornada laboral de los funcionarios, que trabajarán 41 horas semanales en lugar de 40 como hasta ahora; aumento del IVA del 16% al 19% a partir del 1 de enero de 2007, y un nuevo impuesto para ricos (a partir de los 250.000 euros anuales, los solteros; y de los 500.000, los casados, a iniciativa e insistencia del SPD). Según el designado ministro de la cancillería, Thomas de Maiziere, el incremento de tres puntos porcentuales del IRPF del nuevo impuesto sólo afectará a ingresos privados y no a personas jurídicas o sociedades.
Parte de los ingresos obtenidos con el aumento del IVA se destinarán a reducir la cotización al seguro de desempleo con el fin de reducir los costes no salariales (actualmente del 40%). En cuanto a la reforma de la fiscalidad empresarial, los expertos de ambos partidos desean llevar a cabo una gran reforma con el objetivo de simplificar el derecho fiscal y reducir el Impuesto de Sociedades del 25% al 19%. Pero se duda de que se puedan aplicar antes del 1 de enero de 2008.
La futura coalición de la democristiana Angela Merkel tratará en primer lugar de sanear las finanzas, con un agujero presupuestario de 35.000 millones de euros, reduciendo el gasto público y eliminando privilegios fiscales o subvenciones como la ayuda a la compra de vivienda propia. Los trabajadores seguirán sin pagar impuestos por las pagas extras recibidas por turnos de noche y festivos; pero deberán cotizar por estos ingresos a la Seguridad Social. Se reduce la cantidad de dinero que se puede desgravar por desplazamientos al trabajo.
Merkel se ha mostrado siempre partidaria de flexibilizar la negociación salarial. Sin embargo, sólo ha conseguido ampliar el periodo de prueba, de 6 a 24 meses, en relación con nuevos empleos. También se ha pactado la creación de un 'fondo de futuro' de miles de millones de euros con el fin de estimular el crecimiento económico y la creación de empleo. El fondo se financiará, en caso necesario, con las reservas de oro del Estado. Se invertirá mil millones de euros al año en infraestructuras de transporte. Con este fondo se financiarán proyectos de investigación y desarrollo y la ayuda a las familias.
El secretario general de la CDU, Volker Kauder, ha asegurado que por ahora no se recortarán las pensiones de jubilación; pero sí que se aumentará progresivamente la edad de jubilación a partir de 2010. No obstante, las personas que hayan cotizado durante 45 años podrán jubilarse como hasta ahora a los 65.
Limitaciones laborales
Uno de los asuntos que han quedado sin consenso es el de flexibilizar la negociación de salarios, permitiendo a las empresas negociar con sus comités de empresa (sin inmiscuirse los sindicatos) acuerdos como renuncias salariales a cambio de garantizar los puestos de trabajo. Los empresarios critican que los sindicatos suelen aceptar acuerdos puntuales entre empresas y trabajadores (fuera de convenio) en el último momento, cuando las empresas están al borde de la quiebra. La futura canciller reconoció ayer que en este punto no podrá imponer completamente sus criterios en el Gobierno. Merkel se ha mostrado partidaria de recortar en 6.000 millones de euros las prestaciones a los desempleados de larga duración e introducir la protección frente al despido sólo en empresas a partir de los 20 empleados (10 en la actualidad) y abrir la posibilidad del despido libre, a cambio de un indemnización, en empleos de nueva creación.