Telefónica se lanza a comprar acciones de O2 en Bolsa
El juego ha comenzado. Telefónica ha tomado su primera participación en O2 en cuanto la firma británica ha cotizado por debajo de los 200 peniques que la española ofrece. La legislación lo permite y Telefónica ha utilizado su prerrogativa, en un movimiento que le da el 0,68% de O2 y en el que ha invertido 174 millones de euros.
El camino hacia la toma del control de O2 es largo y caro, pero Telefónica está decidida a acelerarlo y abaratarlo todo lo posible. Así lo demuestra la rapidez con la que ha iniciado la toma de posiciones en la compañía británica, de donde se deduce que no tiene la más mínima intención de esperar con los brazos cruzados el resultado de la opa, sino que tomará un papel activo para ganar su objetivo.
Telefónica compró el miércoles 60 millones de acciones de O2, según comunicó ayer a las autoridades reguladoras de la Bolsa de Londres. Y lo ha hecho en cuando la compañía británica ha cotizado por debajo de los 200 peniques de su oferta. La retirada de escena de Deutsche Telekom ha propiciado la caída y la española ha pagado un precio medio de 197,5 peniques. En total, su desembolso ha sido de 174,27 millones de euros y responde a un triple objetivo. En primer lugar, va sumando capital en O2. En segundo, lo hace a un precio más barato que el de su opa, así que se ahorra dinero. En el movimiento del miércoles, Telefónica ha salvado para otros menesteres dos millones de euros. Pero además, si la española mantiene este capital, las acciones adquiridas tendrán derecho a percibir el dividendo que va a pagar O2 el próximo 2 de diciembre. Por ahora, ya se ha hecho merecedora de otros 1,36 millones de euros por esta vía.
Con la normativa a favor
Telefónica cobrará el dividendo que va a pagar O2
La normativa británica que regula las opas y las adquisiciones es bastante férrea, pero en este punto deja libertad siempre que no se penalicen los intereses de los minoritarios. Una vez lanzada la oferta, y sobre todo si es en efectivo, el comprador puede adquirir acciones de la opada con pocos condicionantes. Uno de ellos es que el precio no sea mayor que el ofrecido -porque si no podría verse obligada a elevarlo- y otro, que no supere el 30% del capital. Incluso en este último caso, si la opadora tiene el visto bueno de la opada, el límite se puede superar.
Los grandes inversores institucionales, mientras tanto, siguen cumpliendo con el ritual de comunicar cada día los movimientos de sus participaciones en O2. Un grupo de 18 firmas controlaba a cierre de ayer el 44% del capital de la compañía de móviles, sin contar las acciones compradas ya por Goldman Sachs para Telefónica.
Los grandes gestores han ido reduciendo paulatinamente su participación en la compañía desde el lanzamiento de la opa. Los más avispados empezaron a hacerlo en los primeros dos días, cuando la cotización estaba por encima de los 200 peniques por acción que ofrece Telefónica. Es el caso de Aviva, Capital Group y Merrill Lynch. Pero la oleada vendedora se ha acentuado con la declaración de Deutsche Telekom en la que descartaba la posibilidad de presentar una contraopa. Así, muchos gestores de las firmas de inversión que controlan más de un 1% de O2 vendieron el miércoles importantes paquetes de títulos.
Los 18 inversores institucionales que han ido declarando sus movimientos vendieron un 2% del capital, valorado en unos 500 millones de euros, el miércoles, según las comunicaciones registradas ayer. La víspera, a precios más altos, habían vendido un 0,5%.
En todo caso, la disposición a vender de los grandes inversores por debajo incluso del precio de la opa deja bastante claro que el respaldo de los accionistas a la oferta lanzada por Telefónica está prácticamente garantizado.
El Santander amplía la brecha de capitalización
Telefónica volvió a amagar ayer con una subida en Bolsa a primeras horas de la mañana, pero la presión vendedora venció a mediodía y la protagonista de la mayor compra española en el exterior volvió a caer. Desde el anuncio de la opa sobre O2, Telefónica ha perdido ya un 6% de su valor.Aunque la caída no se considera demasiado abultada, teniendo en cuenta la cuantía de la oferta, lo cierto es que está teniendo algunas repercusiones no deseadas. La primera es que el Santander no sólo ha vuelto a superar a Telefónica por capitalización, sino que aumenta la brecha. En estos momentos, le saca ya casi 3.500 millones de valor en Bolsa. Y la segunda es que la española tiene que mirarse las espaldas. Deutsche Telekom cerró ayer muy cerca de ella y llegó a superarla en algunos momentos.