Cuatro bancos de inversión recortan la calificación de Telefónica
La oferta de 26.000 millones en efectivo que Telefónica ha puesto sobre la mesa para comprar O2 trajo aparejada ayer una oleada de informes, recomendaciones y comentarios de los bancos de inversión internacionales. Credit Suisse First Boston, UBS, Fortis y SG Securities bajaron la calificación de la teleco.
La compra de O2 tiene sentido empresarial para Telefónica, pero también claras desventajas. Así lo han entendido los inversores de la compañía de telecomunicaciones, que ayer sufrió el segundo día consecutivo de retrocesos en Bolsa. Cayó un 1,73%, descenso que se añadió al 2,28% que perdió el lunes. El volumen negociado, a pesar de ser día festivo, se mantuvo elevado: 88 millones de acciones cambiaron ayer de manos con un valor total de 1.160 millones de euros.
El otro lado de la moneda lo representa la operadora de móviles británica, que se anotó el segundo día consecutivo de ganancias y amplió la diferencia con respecto al precio de la oferta, 200 peniques por título. Los títulos cerraron ayer en 209,25 peniques, una brecha que da idea de las sospechas de los accionistas de una posible oferta rival a la española. En las quinielas aparece Deutsche Telekom como candidata. La alemana cayó ayer el 1,69%, tras mantener el tipo el lunes con un alza del 0,14%.
En este marco, los bancos de inversión se apresuraron ayer a publicar informes sobre las posibles consecuencias estratégicas de la operación para Telefónica. Cuatro de estas entidades, Credit Suisse First Boston (CSFB), UBS, Fortis y SG Securities recortaron la calificación de la compañía
UBS hizo público uno de los informes más críticos con la operación. 'El acuerdo suscita más preguntas que respuestas', señalaron los expertos de esta firma de inversión. Por ello, el banco , que antes recomendaba comprar, mantiene ahora una posición neutral frente al valor.
Expansión dispersa
Para empezar, UBS considera que 'los planes de expansión de Telefónica son altamente dispersos'. Además, 'el acuerdo con O2 implica un alto riesgo de ejecución'. La posibilidad de que 'otros' operadores (con Deutsche Telekom como el más 'obvio') se crucen en el camino de Telefónica es uno de estos riesgos. A esto se añade una duda estratégica: '¿cuál será el próximo movimiento de Telefónica?' se pregunta UBS, que plantea interrogantes sobre la escala que quiere alcanzar el grupo en Europa. El banco también señala la posibilidad de que la operación suponga una transferencia de valor hacia O2. 'Sin ninguna evidencia de sinergias, la creación de valor se transfiere desde los accionistas de Telefónica hacia los activos adquiridos', indica.
CSFB bajó asimismo la calificación desde sobreponderar a debajo del mercado. Los analistas consideran que, si bien la compra aumentará el perfil de crecimiento de Telefónica, también incrementa el 'perfil de riesgo operativo'. 'Creemos que el fundamento para la operación es por sí mismo débil, no estamos convencidos de la estrategia y las sinergias, y estamos preocupados de que Telefónica pueda comprar un activo en la cima de su ciclo operativo', sentencian.
Desde un punto de vista empresarial, el banco opina que la operación 'podría abrir la puerta a más adquisiciones en un plazo medio'.
Estos analistas, de nuevo, citan el interés mostrado por Deutsche Telekom como uno de los riesgos de la operación. CSFB se atreve a ponerle precio a la que considera probable contraoferta: 230 peniques por acción.
De otro lado, la lista de firmas que mantuvieron ayer la recomendación sobre Telefónica: Nomura (comprar), Sanford C. Bernstein (igual que el mercado), Kepler Equities (comprar). El banco japonés considera que, si bien la compra 'impulsa el perfil de crecimiento del grupo', también es cierto que duplica su deuda y plantea dudas sobre las sinergias anunciadas. No obstante, destaca sobre todos estos factores el 'aumento del valor para los accionistas de Telefónica'.
Una política 'agresiva', según S&P
Standard & Poor's (S&P) dio ayer nuevas explicaciones sobre su decisión de rebajar un nivel la calificación de Telefónica (desde A hasta A-) y el posible recorte de un escalón más. La agencia asegura que, en caso de que la operación no saliera adelante, mantendría la rebaja intacta: 'esencialmente, porque a través de la oferta, Telefónica ha probado que su política financiera es demasiado agresiva para el anterior rating A', señala. Una situación que queda 'demostrada' con la intención del grupo de llevar a cabo un pago de 26.000 millones, con una prima del 22%, 'sin una ampliación de capital y sin revisar su política de recompra de acciones y de dividendos'. S&P plantea varios escenarios: si la opa llega a buen término, reducirá aún más la calificación, a BBB+. En caso de que hubiera contraoferta y Telefónica elevara el precio, 'añadiría presión sobre el rating BBB+'.