La refundación de Iberia
El componente defensivo del Plan Director a tres años elaborado por la dirección de Iberia no debe ocultar la urgencia de una refundación de la compañía. Lo inapelable de este futuro se sustenta en tres amenazas: el alto precio del combustible, las líneas aéreas de bajo coste y el AVE. æpermil;ste último, que supera competitivamente al avión en la mayoría de los recorridos inferiores a 600 kilómetros, es un gran desafío doméstico. Las otras dos amenazas son comunes a las aerolíneas tradicionales y van paralelas a un cambio copernicano en la estructura de la demanda -impulsado por el desarrollo de las aerolíneas baratas- donde se gesta una crisis del modelo internacional del sector en la que no se salva Iberia.
La actual filosofía del cliente es 'lléveme rápido, seguro y barato', sin más necesidades. Por el lado de la demanda, eso ha dado entrada a millones de nuevos clientes, y por el de la oferta ha facilitado, con los nuevos sistemas de financiación, la llegada de decenas de nuevas empresas competidoras, que no dejan de ganar cuota de mercado con el low cost por bandera. Y todo al tiempo que se seguirá imponiendo, tarde o temprano, la teoría de los cielos abiertos.
Ante la caída de cuota en España -del 53,2% al 48,9% entre enero y septiembre de este año-, Iberia ha optado una vez más por orientar su enfoque a la contención de costes, con una aparente y poco explicable timidez a atacar el mercado por el flanco de aumentar los ingresos. La empresa asume un drástico descenso del 17% en sus rutas españolas. Por contra, prevé crecer un 13% en el mercado trasatlántico con América Latina. Un marco en el que están claras las preferencias, pero en el que falta por definir el papel europeo de la compañía.
Además de poner coto a los impropios privilegios de algunos colectivos de empleados, la salida para Iberia está en multiplicar su flexibilidad. Encontrar su hueco, atacando más a los ingresos que a los costes, puede ser la base de una refundación que no tiene por qué descartar recortes de tamaño ni alianzas eficaces.