'Si me ha entendido, no me he explicado bien'
Ben Bernanke quiere impulsar la transparencia de la Fed, frente a los mensajes crípticos de Alan Greenspan
Con el paso de los años se formaron en el mercado verdaderos greenspanólogos, expertos en analizar e interpretar los crípticos mensajes del que todavía es presidente de la Reserva Federal (Fed). 'Si usted me ha entendido es que no me he explicado bien', llegó a decir Alan Greenspan en una ocasión. Con el nombramiento de Ben Bernanke termina una era que ha durado 17 años y a la que el mercado se había finalmente acostumbrado.
'En los últimos años los mercados ya descontaban los mensajes de la Fed y había poco movimiento posterior. Eso es un signo de sintonía perfecta con la Fed', afirma Gustavo Trillo, director de inversiones de JPMorgan Asset Management.
Ben Bernanke es la continuidad de la política de Greenspan. Ese es el mensaje que la Administración Bush ha querido que trascienda. Pero, por mucho que el fondo sea continuista, difícilmente la forma, el mensaje, será como la de su predecesor. 'Uno de sus objetivos es ser más transparente; quiere llegar al mercado', afirma Ramón Esteruelas, director de Clientes Institucionales de ING Investment Management.
Si Bernanke apuesta fuerte por un objetivo de inflación se teme más volatilidad
El temor que aflora con el cambio es si la actitud de la Reserva Federal a partir de ahora va a provocar más volatilidad en el mercado. Y aunque es pronto para conclusiones, todo depende de si Bernanke sigue, como se ha dicho, la estela de Greenspan, u opta por dar un carácter más personal a su mandato.
Dos son los aspectos que, aparentemente, diferencian a Bernanke de Greenspan. En primer lugar, Bernanke se ha mostrado en el pasado partidario de fijar un objetivo de inflación, lo que le acerca más a otros bancos centrales como el europeo. Los que aplauden esta política afirman que es más transparente y ofrece al mercado una guía que inversores y analistas pueden tomar en cuenta en sus previsiones. Los detractores, entre los que está Greenspan, consideran que limita el armamento de la Fed para combatir crisis puntuales que pueden dar pie al aumento de riesgos inflacionistas.
'Podría agitar la volatilidad del mercado si apuesta fuerte por un objetivo explícito de inflación', señalan los analistas de Merrill Lynch en una nota. 'Bernanke no defiende la aplicación de una gestión estricta de política monetaria con la fijación de un objetivo de inflación, que podría ser del 1,5% para el subyacente', matizan en Citigroup en una nota. 'Por el contrario, su defensa de la transparencia sería establecer una referencia de inflación para que el mercado ratificara el sesgo de política monetaria'.
El otro aspecto que le diferencia de Greenspan es su aparente resistencia a subir los tipos de interés. Esa es la fama que se ha creado este académico, debido a que hizo mucho énfasis en los riesgos de deflación de 2003.
De su proclividad o no para decidir subidas de tipos se pueden colegir dos consecuencias, según Merrill: 'Si su actitud hacia los precios es de paloma y pone el énfasis en el crecimiento, generando problemas de inflación, se producirá una venta de bonos a largo plazo y una inclinación de la curva. Si su actitud es de un halcón hacia la inflación, generando expectativas de subidas de precio, se producirá una venta de bonos a corto plazo y el aplanamiento de la curva.'
Tome su política un sesgo u otro, lo cierto es que el mercado ha acogido el nombramiento con calma y optimismo. La consigna parece clara: esperar y ver.