El 35,6% de carga fiscal en España es una de las más bajas de la UE
La carga fiscal respecto al Producto Interior Bruto (PIB) es en España una de las menores de la Unión Europea (UE), con un 35,6%, sólo por delante de Irlanda y algunos nuevos socios del Este como Lituania, Letonia, Eslovaquia o Estonia, según se desprende de los datos publicados hoy por la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas (Eurostat).
Los datos, que establecen el nivel impositivo de los Veinticinco entre 1995 y 2003, señalan que en España se ha producido un claro incremento en los últimos años, puesto que en 1995 se encontraba en el 33,4%. Sin embargo, el reparto fiscal descubre que, en España, la imposición sobre el consumo asciende al 16,5%, sobre el trabajo al 29,8% y sobre el capital de 30,3%. Respecto al resto de sus socios, dispone de las tasas más bajas de impuestos sobre los productos de consumo, pero de las más altas respecto al capital.
En 2003, la carga fiscal global, es decir, el total de los impuestos y cotizaciones de seguridad social, alcanzó el 43% del PIB en el Unión Europea. Sin embargo, este porcentaje varía mucho según los Estados miembros, yendo desde el 28,5% en Lituania y el 28,9% en Letonia, al 50,8% en Suecia y 48,8% en Dinamarca.
Frente a la tasación sobre el capital y el consumo, los impuestos sobre el trabajo son la principal fuente de ingresos fiscales. En 2003, suponen aproximadamente la mitad del total de los ingresos fiscales en el conjunto de la UE.
Ep
Los impuestos sobre el capital representaban aproximadamente un 20% del total de los ingresos fiscales totales y aquellos sobre los productos de consumo, cerca del 30%.
El tipo medio de imposición implícita sobre el trabajo (impuestos sobre el trabajo más cotizaciones sociales, dividido entre la remuneración bruta total de los trabajadores), que era del 35,9% en los 25 en 2003, se mantuvo relativamente estable desde 1995. Las diferencias entre los Estados miembros, muestran que los porcentajes se escalonan entre el 22,4% de Malta y el 24,6% en el Reino Unido hasta el 46,1% en Suecia, 43,3% en Francia y 43,2% en Bélgica.
Impuestos sobre el trabajo
Por término medio, en la UE, más del 60% de la carga impositiva global sobre el trabajo corresponde a los costes laborales no salariales sufragados a la vez por los asalariados y las empresas, en especial, para la financiación de la seguridad social.