Una decisión tomada desde el respeto
Hace unos días, y desde estas páginas, se acusaba de irresponsabilidad a CC OO por la posición tomada ante la propuesta de la dirección de General Motors de recortar derechos laborales para asegurar la adjudicación del Meriva a la planta de Figueruelas.
Este periódico reprochaba a los trabajadores de la planta que se hubieran desmarcado del comité europeo de General Motors y que no estuviesen dispuestos a aceptar ningún 'sacrificio salarial' para evitar 'pérdidas de puestos de trabajo y deslocalizaciones'. La Federación Minerometalúrgica de CC OO quiere aclarar que en las decisiones que este sindicato ha venido tomando en el controvertido proceso de adjudicación del Meriva ha respetado en todo momento lo que sus afiliados le iban transmitiendo.
La sección sindical de CC OO y la Federación Minerometalúrgica hemos reiterado por activa y por pasiva, en sendas resoluciones, nuestro deseo de continuar fabricando en Figueruelas el nuevo modelo del monovolumen. A los sindicatos, y a los trabajadores, no se nos puede situar en la difícil encrucijada de aceptar imposiciones de la empresa o aparecer, en caso contrario, como responsables de las consecuencias de las decisiones tomadas por las multinacionales, como es el caso que nos ocupa.
La sección sindical de CC OO y la Federación Minerometalúrgica es de las que piensan que el objetivo no debe ser resistir, sino aportar medidas que impulsen el crecimiento económico del sector. Por eso se han comprometido a abrir una vía de diálogo y negociación, a presentar propuestas que respondan a las necesidades organizativas del proyecto, que planteen alternativas reguladoras de la flexibilidad, participación en la organización del trabajo y creación de una comisión técnica de peritaje que, tras analizar el conjunto de los costes, pueda proponer y alcanzar acuerdos orientados a una moderación salarial pactada y aplicable a partir del inicio de la producción en Figueruelas del nuevo Meriva.
Y es que la reducción de costes laborales ha dejado de ser fundamental en el sector del automóvil porque no está en disposición de hacer frente a los costes de los nuevos países que se incorporan al mercado global. Se hace imprescindible por ello realizar una apuesta decidida para aportar un mayor contenido tecnológico a la producción y dotarla de un mayor valor añadido.
Así, la sección sindical de CC OO y la Federación Minerometalúrgica han venido proponiendo la necesidad de diseñar un plan industrial de futuro para General Motors que incluya garantías de volumen de producción y empleo, además de las correspondientes inversiones.
Lo que no se puede hacer es fomentar la pérdida de condiciones sociales, conseguidas en el marco de la cohesión económica y social europea, renunciando a homologarnos tecnológicamente con los principales países competidores. De hacerlo así se incidirá directamente en la capacidad de consumo de los ciudadanos y, por lo tanto, en el futuro crecimiento económico del país.
El principal objetivo de la Federación Minerometalúrgica de CC OO sigue siendo la adopción de medidas que se anticipen a los cambios y la exigencia de gobernar sus efectos en las condiciones de trabajo. Todo ello en un marco de participación de la Administración central a través de los observatorios sectoriales creados, así como de las comunidades autónomas que tienen un arraigado tejido industrial vinculado a la automoción, como es el caso de Aragón y que, hasta la fecha, han venido negando permanentemente la creación de ámbitos de reflexión y debate sobre el futuro del sector.
La posición de CC OO se corresponde con el acuerdo de la Federación Europea del Metal (FEM) y, por tanto, de los comités europeos para la coordinación de las negociaciones salariales dirigidas a evitar el dumping salarial y social en Europa.