Barcelona, cada vez mejor para los negocios
La catalana es la quinta ciudad europea preferida y Madrid, la séptimaSociedad
Londres, París, y a cierta distancia, Fráncfort y Bruselas son las cuatro ciudades europeas preferidas por los empresarios a la hora de ubicar un negocio. Lo son ahora y lo eran también en 1990, el año en que la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield Healey & Baker realizó por primera vez el estudio European Cities Monitor entre 501 directivos de las mayores empresas europeas y que recoge las 30 ciudades del continente preferidas para instalar empresas.
La novedad de este año aparece en el quinto lugar del ranking, donde figura Barcelona, que ha conseguido desplazar a Amsterdam. Madrid ocupa, igual que el año pasado, el séptimo lugar, aunque empatada con la ciudad holandesa.
La capital catalana figura en el primer lugar del listado de ciudades que más progresan, citada por el 20% de los encuestados, y Praga y Madrid, el segundo y tercero. Las dos ciudades españolas también obtienen muy buena puntuación en capítulos como disponibilidad de espacios para oficinas, relación calidad precio de las oficinas o calidad de vida para los profesionales, donde Barcelona es la primera ciudad y Madrid, la quinta. La capital catalana es además la tercera más citada por los directivos a la hora de valorar cuáles son más reconocidas como ciudades de negocios.
Con estos datos parciales podría suponerse que las dos ciudades españolas deberían ocupar mejor posición en el ranking total, pero eso no ocurre porque en los factores que los directivos citan como fundamentales a la hora de decidir dónde se emplaza un negocio son precisamente en los que peor puntuación obtienen. Los cuatro factores más decisivos son: fácil acceso a los mercados, facilidad para formar plantillas cualificadas, buenas conexiones de transporte internacional y calidad de las telecomunicaciones.
El acceso a los mercados es el apartado en el que las dos salen mejor paradas, Madrid ocupa el quinto lugar y Barcelona, el noveno. En las conexiones de transportes internacionales figuran en el sexto y el décimo, pero en ninguno de los otros dos apartados (plantillas cualificadas y telecomunicaciones) aparecen entre las diez primeras. Algo similar ocurre con el nivel de conocimiento de idiomas, en el que Barcelona es la número trece del listado y Madrid, la catorce, aunque este resultado no penaliza demasiado la posición total en el ranking porque los directivos sólo lo consideran el noveno factor más importante en la ubicación de un negocio.
En cuanto al listado de menores costes laborales, (la quinta razón más decisiva) está liderado por Varsovia, Budapest, Praga y Lisboa, mientras que Barcelona aparece en el quinto lugar y Madrid, en el octavo. Y precisamente son Varsovia, Budapest y Praga las ciudades en las que más compañías piensan ubicarse en los próximos cinco años. A juicio de Oriol Barrachina, director de Cushman & Wakefield en Barcelona, el motivo es que las grandes empresas ya tienen presencia en las principales ciudades europeas 'y ahora miran hacia el este'.
'París y Londres son vacas sagradas y Bruselas es la capital europea, pero es posible que Barcelona pueda desplazar pronto a Fráncfort', vaticina Barrachina sobre el futuro del ranking. Sin embargo, el propio estudio ofrece una previsión a cinco años en la que Barcelona ocuparía el tercer lugar, empatada con Madrid. Valencia es la primera ciudad candidata a ingresar en el ranking de las treinta.