Uralita prescinde del director general que nombró en abril
Cinco meses ha durado el director general de Uralita, Frank Wojtalewicz, en el cargo. El presidente, Javier Serratosa, asume todas las funciones ejecutivas.
El experimento del cambio de organización empezó en abril y terminó ayer. Cinco meses después de haber asumir la dirección general de Uralita, el alemán Frank Wojtalewicz, abandona el puesto.
La razón oficial es que la dimisión se produce por motivos 'personales', según comunicó ayer el grupo de materiales de construcción a la CNMV. Sin embargo, la gerencia de Wojtalewicz no ha logrado avanzar, como muestra la dimisión hecha pública ayer.
La idea era que gestionara 'el 80% del día a día', dijo Javier Serratosa en febrero cuando anunció el cambio en el organigrama. Aunque también apuntó un 'solapamiento inicial de los cometidos' con su cargo de presidente ejecutivo 'porque 'Wojtalewicz tiene que conocer el grupo'. Antes de nombrarle el ejecutivo alemán estaba al frente de la división de aislantes que el grupo tiene en Fráncfort. Y ha seguido simultaneando al menos por un tiempo las funciones. La intención, con su nombramiento, era reforzar la vertiente internacional de la compañía que tiene ambiciosos planes de expansión y liquidez para llevarlos a cabo.
A partir de ahora, con la salida del directivo alemán se vuelve al esquema anterior y Serratosa asume 'todas las funciones ejecutivas hasta que se defina una nueva organización' sin escalafón intermedio entre él y los cinco directores generales de área. No hay plazo previsible para un nuevo cambio que, además, tampoco está decidido, según un portavoz del grupo.
En la comunicación enviada a la CNMV Uralita deja claro que la dimisión de Wojtalewicz 'no va a afectar a las iniciativas estratégicas y operativas en curso'.
Uralita tiene capacidad para endeudarse hasta 500 millones para crecer en Europa, donde ya tiene una presencia significativa. Rusia estaría entre las opciones que maneja el grupo.
Este ejercicio será, además, clave para enjugar la deuda pendiente. Uralita cuenta con los 180 millones por la venta de la división química (Aragonesas, Aiscondel y el 24% de Sal Doméstica) a Ercros y prevé vender dos fábricas en Valladolid y Burgos.
La familia de Emilio Serratosa, padre del actual presidente de Uralita, tiene en Nefinsa su vehículo inversor para formar cartera industrial. Tras la venta de Valenciana de Cementos a Cemex, Nefinsa optó por entrar en sectores de futuro como la aviación regional, con la creación de Air Nostrum, las energías renovables, entrando en Gamesa, o la telefonía móvil, con la cadena de tiendas Nefitel. La opa sobre Uralita supuso una vuelta a los orígenes de la familia en los materiales de construcción.
Tras la venta de Nefitel y la reciente salida de Gamesa (que le ha supuesto 628 millones de plusvalías), los Serratosa mantienen como únicas unidades de negocio de peso la aerolínea y Uralita. En ambos casos llevan la gestión, condición autoimpuesta para tomar participación en nuevas empresas. Tras la desinversión en Gamesa, la familia reconoce que lleva meses explorando oportunidades en el mercado.