L'Oréal indaga la piel china
Las mujeres chinas empiezan a tener arrugas 10 años después que las europeas pero, en cambio, les aparecen antes las pequeñas manchas de la piel que indican el paso del tiempo. También tienen diferentes hábitos a la hora de lavarse el cabello, sobre todo en zonas rurales, donde el masaje es imprescindible.
Con estas diferencias y, sobre todo, con el ímpetu que está mostrando el mercado chino, L'Oréal no ha podido resistir la tentación de abrir un centro de investigación en Pudong, en las cercanías de Shanghai. La inauguración de este complejo, en el que se invertirán 10 millones de euros hasta 2006, se realiza justo cuando se cumplen dos años del que construyó en el antiguo almacén clandestino de Al Capone, en Chicago, para estudiar la cosmética específica para afroamericanos.
Aquella elección se hizo porque el crecimiento de este segmento de la población en EE UU es 2,5 veces superior al de la raza blanca, lo que representa un enorme nicho de mercado.
Ahora, el empuje de las economías asiáticas y, especialmente, de la china, ha animado al líder mundial de la cosmética a repetir la experiencia. Y es que en China existen cerca de 100 millones de mujeres de entornos urbanos que empiezan a disfrutar de un cierto poder adquisitivo y demandan productos adecuados a sus necesidades. Desde que L'Oréal entró en el mercado chino en 1997 sus ventas no han parado de crecer; sólo en 2004 aumentaron un 58% y las perspectivas para el futuro son espectaculares.
Según Patricia Pineau, directora de comunicación científica de L'Oréal, este centro de investigación pretende identificar las diferencias estructurales de la piel y el cabello de los chinos, pero también quiere conocer el impacto que los hábitos y modos de vida tienen a nivel epitelial y capilar. Por ello se va a estudiar la piel y el cabello tanto de los chinos que viven en el país como de los que residen en otros continentes. 'Queremos saber cómo incide en la piel y el cabello factores como la polución, la alimentación o los hábitos de consumo. Todo ello nos ayudará a desarrollar productos específicos para cada nicho de mercado', asegura.
A todos estos argumentos y objetivos hay que añadir uno más: aprovechar el potencial de las materias e ingredientes de las plantas chinas y aprender de las bondades que encierra la cosmética tradicional de este país.
El nuevo centro, que cuenta con unos 3.000 metros cuadrados de superficie, tendrá una mayoría de investigadores chinos, sobre todo biólogos, físicos y químicos. Actualmente hay un total de 30, de los que sólo tres son franceses, pero el objetivo es llegar a corto plazo a unos 60 investigadores, con cinco o seis europeos.
FÁBRICA Y VENTAS
Desde que la multinacional francesa entró en el mercado chino hace ocho años, ha registrado un crecimiento tan espectacular como su propio ritmo de ventas en este país. Más de 7.000 personas trabajan para L'Oréal China, unos 10.000 peluqueros reciben formación en los centros de enseñanza de la compañía en Shanghai y cuenta con tres fábricas: una que abastece a los mercados de China, Corea y Japón, y otras dos que proceden de la adquisición de las marcas Mininurse (2003) y Yue-Sai (2004).El grupo, que allí recibe el nombre de Oulayia (que significa 'la belleza procedente de Europa', en chino mandarín), tiene también acuerdos de colaboración con universidades, hospitales, centros de investigación y hasta museos chinos.