Cataluña cifra en 6.000 millones la aportación al fondo de solidaridad
El sistema de financiación consensuado en el Estatut catalán aprobado el viernes prevé que una Agencia Tributaria propia gestione, recaude e inspeccione todos los tributos. Cataluña pagaría al Estado central por los servicios recibidos del mismo y haría una aportación a un fondo de solidaridad entre regiones. Fuentes de la negociación cifran en 6.000 millones la aportación en concepto de solidaridad en el ejercicio en que entre en vigor el nuevo modelo.
Ni el propio presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, quiso referirse el viernes al modelo de financiación federal alemán que ha promocionado en los últimos años, durante su intervención en el Parlamento autonómico al final del debate de aprobación del Estatuto. El pacto final entre el tripartito y CiU ha fusionado las propuestas de tal forma que es difícil encontrar un modelo definido. Sin embargo, la introducción de elementos de solidaridad en el texto final tienen más similitud con un sistema federal, y menos del concierto que proponía CiU. Existe unanimidad en el concepto de que el concierto económico es el modelo vasco, que contempla un cupo de retorno al Estado, acordado al margen del rendimiento de los tributos concertados.
El modelo pactado finalmente el viernes en Cataluña no prevé un cupo fijo. Pero prevé que Cataluña recaude y gestione todos los impuestos en su territorio y transfiera una parte al Estado. Dicha transferencia estará vinculada directamente al rendimiento de los impuestos estatales en Cataluña, a través de los porcentajes de participación que determine una comisión mixta bilateral. La 'aportación catalana a la Hacienda estatal' tendrá una doble vertiente: por una parte, se estipula la mencionada contribución a los gastos que el Estado realiza en Cataluña; y por otra la cuota de solidaridad, rebautizada como 'aportación a la solidaridad' para evitar el término cuota de retorno que había propuesto CiU.
La fórmula de cálculo de estos mecanismos de solidaridad se realizan sobre un porcentaje de los tributos recaudados en Cataluña. Estos aspectos quedarán reglados por la comisión mixta bilateral entre el Estado y Cataluña, una novedad importante, que CiU consiguió que fuera paritaria.
El cálculo de las aportaciones de Cataluña al Estado tendrán en cuenta las balanzas fiscales y, a partir de esta base, la aportación solidaria se determinará a través de la media de las comunidades autónomas, con el grado de progresividad que se determine, según consta en el artículo 200 del Estatuto. Uno de los puntos más difíciles de la negociación fue el cálculo del denominado 'momento cero', o cuota del primer año, que podría situarse sobre los 6.000 millones de euros, según fuentes cercanas a la negociación.
En cualquier caso, la Generalitat catalana se asegura con el nuevo Estatuto la recaudación de todos los impuestos, incluso los cedidos por el Estado. En palabras del presidente de CiU, Artur Mas, 'ahora proponemos que el cesto de los impuestos esté en Cataluña, que cederá parte al Estado, situación opuesta a la que existía hasta ahora con el Estatuto de 1979'.
La relación con el Estado sería bilateral, un aspecto defendido sobre todo por CiU. Es decir, que el sistema abandona la relación con la ley que regula la financiación autonómica (Lofca), además de huir del control del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde están representadas todas las autonomías. Unos cambios que rechaza el PP y buena parte del PSOE. En un ejercicio de ingeniería redaccional, el texto estatutario evita cualquier referencia al CPFF.
Agencia Tributaria propia
La Agencia Tributaria propia es otra de las novedades del Estatuto. En este caso, los conceptos semánticos también variaron en los últimos meses, pasando de una Agencia consorciada (PSC) a otra coordinada (ERC). Finalmente, el consenso llegó con una Agencia Tributaria que colaborará con la estatal.
El acuerdo final sobre financiación fue un tema esencial que planteó CiU para firmar un acuerdo y votar el viernes a favor del Estatuto. Los diferentes sistemas planteados y el consensuado pretenden reducir el déficit fiscal de Cataluña, que un estudio de la administración catalana situaba en el 7,5% del PIB de media durante la última década. Sin embargo, la fórmula pactada corre importantes riesgos de ser vetada en Madrid. Aunque el Estatuto consensuado ha seguido casi todos los dictámenes del Consejo Consultivo autonómico (que no era vinculante) para evitar una virtual inconstitucionalidad, el cambio de régimen propuesto en la aportación económica de Cataluña a la Hacienda estatal puede ser un escollo definitivo.
En todo caso, el articulado se aprobó el viernes por un margen mayor de las dos terceras partes necesarias. El tercer Estatuto de la historia catalana (el primero data de 1932 y el segundo de 1979), que consta de 218 artículos y 20 disposiciones transitorias y finales, se aprobó por 120 votos a favor y 15 en contra, los del PPC.
Pasqual Maragall remarcó que en los últimos meses el PSC ya ha realizado una tarea 'pedagógica' en Madrid para explicar el nuevo modelo de financiación y que 'vamos a proponer, no a imponer nada'. El líder de la oposición, Artur Mas, se refirió a que la mayor parte de la presión en las últimas negociaciones para aprobar el Estatuto en Cataluña han pesado especialmente sobre CiU.
PLAZOS
Tramitación. El presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, entregará al del Congreso, Manuel Marín, el texto del Estatuto el próximo miércoles.Congreso. Un Pleno debe tomar el texto en consideración para seguir la tramitación en el Congreso.Senado. El siguiente paso es el Senado, para volver al Congreso para introducir posibles cambios.Referéndum. El tripartito prevé realizar un referéndum en Cataluña para refrendar el Estatuto.