La promesa turca de la UE
La apertura formal de las conversaciones de acceso con Turquía que deberían comenzar el lunes pueden marcar un momento clave en el desarrollo de la Unión Europea. La entrada de Turquía alteraría el carácter de la UE de manera más profunda que el acceso de cualquier otro país (...).
Los políticos europeos, en especial Angela Merkel en Alemania y Nicolas Sarkozy en Francia, hablan ahora de una 'asociación privilegiada' como sustituto a una pertenencia de pleno derecho. La frase puede sonar emoliente, pero supone un incumplimiento deshonroso de promesas pasadas y un rechazo humillante de las aspiraciones turcas de los últimos 42 años.
Lo que los políticos en Estrasburgo, París y Berlín (...) temen poco tiene que ver con los costes agrícolas, los derechos humanos o las tortuosas negociaciones sobre Chipre. Es, por decirlo de manera más cruda, el atávico choque de civilizaciones, la controversia de que una Europa basada en una cultura cristiana no tiene un hueco para una nación musulmana (...). Rechazar a Turquía en base a esto es una equivocación. Supone ignorar el legado entero de Atatürk y los enormes avances que Turquía, como nación secular, ha dado hacia la democracia (...). Si la UE incumple su marco de negociación perderá su poder de influir en la política nacional turca.