España es el cuarto mayor emisor de inversiones
La compra de Abbey National Bank por el Banco de Santander hizo que España se colocase en 2004 como cuarto país en la lista mundial de emisores de inversión directa. Según la Unctad (Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo), España pasó de invertir de forma directa 23.807 millones de dólares en el extranjero en 2003, a 54.246 en 2004, superando de esta forma a Francia, y queda sólo por detrás de Estados Unidos, Francia y Luxemburgo -un país 'de paso' en las inversiones europeas-. Sin embargo, y en la misma línea que la mayoría de los países desarrollados, España recibió un 28% menos de inversiones directas del exterior, para quedar con 18.361 millones.
El informe anual de inversiones en el mundo, presentado ayer por la Unctad refleja una subida del flujo global de inversiones directas en 2004. Aunque apenas supuso un 2% de incremento, es el primero que se produce desde 2001, y la cifra global queda ahora en 648.000 millones de dólares. Si se considera el lugar de destino de las inversiones, los grandes beneficiados fueron los países en desarrollo, que recibieron 233.000 millones, un 40% más que en 2003. En cambio, se mantiene la atonía registrada en los países desarrollados: en el último año tuvieron una bajada del 14%, para quedar en 380.000 millones de dólares.
Esta debilidad atractiva de los países más desarrollados se manifiesta claramente en la Unión Europea: mientras que los quince miembros que formaban parte de ella antes de 2004 recibieron un 40% menos de inversión extranjera directa (IED), los diez nuevos, la mayoría del este de Europa, registraron un aumento del 70%. Las notables excepciones entre los países desarrollados son Estados Unidos y Gran Bretaña: la IED creció en EE UU un 62%, para superar de nuevo a China como primer país de destino, y en el Reino Unido se triplicó (sobre todo, por la compra del Abbey, la mayor operación de fusión o adquisición de 2004, según la Unctad).
Pero el grueso de países en los que más creció la IED el año pasado pertenecen a los que están en vías de desarrollo. La Unctad sostiene que las empresas multinacionales tratan de posicionarse en mercados con un potencial enorme, y con unas economías cuya estructura permite obtener grandes ahorros, sobre todo en el coste de la mano de obra. El informe sostiene que las externalizaciones están llegando incluso a actividades con alto contenido tecnológico, como la I+D+i. Por regiones, la más favorecida fue el sureste asiático, seguida de Latinoamérica. Con un muy leve crecimiento, África logró abandonar la senda descendente en la que se encontraba en los últimos años.