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Exportación

Las crisis del automóvil y del textil agravan el desequilibrio comercial

Las exportaciones españolas crecen a un ritmo del 3,1% interanual, lejos del 11,3% de las importaciones. Ello explica un déficit comercial entre enero y julio de 42.400 millones de euros, un tercio más que un año atrás. Los sectores de automoción, textil, alimentos y calzado son responsables de la atonía exportadora.

El déficit comercial español alcanzó en los siete primeros meses del año los 42.400 millones de euros, frente a los 60.000 con los que concluyó el conjunto de 2004. Los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio demuestran que el agujero comercial, que ronda el 7% del Producto Interior Bruto, sigue siendo uno de los mayores motivos de preocupación respecto a la economía española.

Una cara de la moneda del déficit es la pujanza de la economía española, que crece más del doble que la media de la zona euro. Así se explica que las importaciones vengan creciendo en el entorno del 11% interanual desde hace casi dos años. El fuerte encarecimiento del petróleo ha puesto también de su parte en esta subida. Pero la otra cara, mucho menos amable, es la debilidad de las exportaciones. En los siete primeros meses del año crecieron a un ritmo del 3,1%, que apenas supera la cuarta parte del de las importaciones. Detrás de la cifra global aparecen graves deficiencias en algunos sectores importantes, traducidas en una caída de ventas al exterior. La exportación de automóviles registró una bajada del 8,4%; la de textiles, un 1,9%; la de calzado, un 8,6%; y la de alimentos, un 0,4%.

Es sabido que los principales socios comerciales de España, como Alemania y Francia, sufren un estancamiento económico desde hace varios ejercicios, lo que reduce su demanda de productos españoles. Pero también es cierto que el montante de las exportaciones españolas entre enero y julio apenas ha crecido un 3,1% interanual, frente al 5,9% del mismo periodo de 2004. Se está produciendo, pues, un enfriamiento exportador que no se debe sólo a la atonía de los mercados de destino. El mantenimiento de más de un punto en el diferencial de inflación respecto a la zona euro denota una progresiva pérdida de competitividad, en un entorno en el que las barreras arancelarias tienden a caer y los nuevos actores principales de la escena internacional, como China o India, fagocitan día a día cuotas de mercado.

Seis observatorios industriales buscan soluciones para los sectores menos competitivos

La pérdida de competitividad es el problema más acuciante de la economía española, y la Administración no lo niega. Industria firmó en abril un acuerdo con empresarios y sindicatos para constituir seis observatorios industriales, destinados a estudiar las carencias de sendos sectores y recomendar las políticas específicas a adoptar. Los sectores en cuestión son: textil, automóviles, electrónica, química, componentes de automóviles y bienes de equipo. Las exportaciones de los tres primeros entre enero y julio presentan decrecimientos respecto al año anterior. Con la composición de los de automoción y componentes, el pasado día 12 concluyó la constitución de los observatorios, que cuentan con un presupuesto de 300.000 euros cada uno.

Las cifras correspondientes sólo a julio, últimas disponibles, no invitan al optimismo: las importaciones crecieron un 5,4%, hasta los 18.927 millones de euros, pero las exportaciones cayeron seis décimas, hasta 12.800 millones. Industria justifica la caída en la 'menor actividad de julio de 2005 respecto al de 2004 por el efecto calendario adverso registrado este año'. Las exportaciones de automóviles cayeron ese mes un 9,2%.

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