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5d Guía para el inversor

Los inversores miran hacia Alemania

La escalada alcista que venía registrando el principal índice bursátil alemán, el Dax, se ha frenado esta semana ante las dudas sobre la solidez del gobierno que resulte de las elecciones de este domingo. Desde el 22 de mayo, fecha en la que se convocaron, hasta el viernes pasado, el Dax era uno de los mercados que mejor comportamiento había registrado, con una ganancia acumulada del 13,6%. Sin embargo, esta semana, y tras conocerse la pérdida de intención de voto hacia la hasta ahora favorita Angela Merkel, el Dax, y de forma paralela el euro y el bono, acusaron las incertidumbres en forma de volatilidad. El viernes, ante las renovadas esperanzas de una victoria clara del CDU, el Dax avanzó un 1,61% hasta los 4.986,5 puntos.

En la última semana, no obstante, la Bolsa ha acusado el avance en los sondeos del SPD y el retroceso en los mismos del CDU, partido presidido por Merkel, favorita a convertirse en la nueva canciller. 'Supone un vuelco muy grande porque la Bolsa empezó descontando una victoria de Merkel y parece que esa posibilidad se aleja y gana puntos el que necesite formar coalición para gobernar, lo que retrasaría la implementación de reformas económicas', afirma Miguel Jiménez, de Renta 4. Un resultado muy apretado dejaría la puerta abierta a distintos escenarios políticos: un gobierno encabezado por Merkel, la continuidad de Schröder al frente de una alianza de izquierdas o incluso una coalición de los dos grandes partidos. Y haría temer por los cambios estructurales.

'Ante esta situación el mercado ha entendido que los cambios se implementarán de forma más lenta y que el consumo, retraído desde hace años, no será incentivado con ninguna de las medidas que prepara Merkel', añade Jaume Puig, gestor de Bolsa de Gaesco.

En un país como Alemania, con una necesidad acuciante de reformas, la posibilidad de que vuelva a ganar Schröder no sería la preferida por los mercados, alemán en particular, y europeos en general, coinciden los expertos. 'Hasta ahora la Bolsa había reaccionado bien porque el mercado confiaba en que el cambio de Gobierno se hiciese efectivo. Merkel ha anunciado medidas encaminadas a reducir los elevados costes laborales del mercado alemán -que presenta un índice de paro superior al 10%-, así como a disminuir los impuestos de las empresas, que han sido bien recibidas por el mercado, pero ha habido otras reformas que han suscitado el efecto contrario. El anuncio de que el ministro de finanzas elegido por Merkel podría aplicar un tipo impositivo único (25%), que favorecería a las rentas más altas, no ha sentado bien al electorado', explica Javier Alonso, de BNP Paribas, que estima que los mercados, si bien acusarán el resultado a corto plazo, a medio y largo seguirán la tendencia alcista.

'Si el resultado favorece a Merkel el Dax seguirá subiendo a corto plazo y liderará ascensos en la zona euro, pero un resultado adverso no creo que sea motivo suficiente para girar la tendencia del mercado alemán', sostiene Puig, que sí cree, sin embargo, que el índice podría consolidar posiciones ante esta situación.

A su juicio, no sólo las perspectivas de un cambio de gobierno han alentado las Bolsas en los últimos meses, 'los favorables resultados empresariales han sido un catalizador importante para los mercados', afirma Puig. 'Sin olvidar que la Bolsa alemana está muy barata y es donde las empresas cotizan con una valoración más atractiva', añade el experto, que cree que pese al retroceso momentáneo por el cambio de expectativas, el alemán seguirá tirando del resto de Bolsas del Viejo Continente. Los analistas de JPMorgan coinciden en esta opinión y confían en que las empresas alemanas continúen su reestructuración con independencia del resultado electoral. 'No hay grandes evidencias de que se haya producido una clara mejora en la rentabilidad en Alemania respecto al resto de Europa. Esto sugiere que todavía queda mucho por hacer en términos de reducción de costes y la mejora de la eficiencia empresarial en general. Si se logra conseguiría mejorar los márgenes y las valoraciones de las compañías'.

El impacto negativo, según José Carlos Díez, responsable de análisis de Intermoney, además de en la Bolsa alemana, se dejaría notar en el Euro Stoxx 50, por el elevado peso que tienen en este índice las compañías alemanas.

Pero no todo son malos augurios. Algunos expertos estiman que el resultado electoral podría beneficiar, aunque indirectamente, a otros mercados europeos, como pudiera ser el español. Durante los meses posteriores a la convocatoria de los comicios, la Bolsa alemana habría recibido un flujo neto de unos 70.000 millones de euros de inversores extranjeros, según un informe de Sal Oppenheim, que podría salir, si no todo, en parte, y buscar refugio en otros mercados toda vez que el resultado no fuese del agrado de los tenedores de fondos.

Avelino Hernández, de Sabadell Banca Privada, es uno de los analistas que considera que podría producirse un trasvase de dinero hacia otros mercados. También Díez es de esta opinión. 'Los inversores que quieren comprar renta variable europea, cuando surgen dudas venden acciones de aquellos mercados cuyas economías tienen problemas, como Alemania e Italia, y sobreponderan las acciones de mercados refugio, como la Bolsa española, y más concretamente de sectores como la construcción'. Menos optimista se muestra Alonso y también Puig, para quien el Dax en su caída arrastraría el resto de índices.

Pero la reacción de la Bolsa ante los resultados no es el única preocupación para los gestores. De hecho, muchos sostienen que la divisa europea sería la más castigada ante un resultado incierto en los comicios. La depreciación que ha experimentado el euro en las últimas jornadas, del 1,6% desde el viernes, hasta los 1,22 dólares, fruto de la incertidumbre que supone el posible retraso en la aplicación de las reformas, ha despertado los temores. A juicio de la mayoría de los expertos, la depreciación del dólar supone una mala noticia para Alemania, teniendo en cuenta su vocación exportadora. 'Si se cumplen las peores previsiones, es decir, una apretada victoria del CDU que le obligue a pactar con el SPD o una coalición de izquierdas lideradas por el SPD sólo los exportadores se verían beneficiados', señala Miguel Jiménez. El efecto contrario reportaría, según los sondeos, fortaleza para la divisa europea. Pero a medio plazo, pocos son los que confían en una recuperación del billete verde. 'A largo plazo el dólar seguirá débil para corregir los desequilibrios de los últimos cinco años pero tampoco creo que las exportadoras sufran mucho ante esta situación ya que están cubiertas', sostiene Puig.

La caída en la rentabilidad del bono es otra de las grandes incertidumbres que se ciernen sobre los mercados. Sólo la posibilidad de que se produzcan sorpresas negativas para el crecimiento económico y la inflación explicarían rendimientos como los actuales el bono alemán a 10 años ofrece una rentabilidad del 3,1%, señala Jaume Puig, para quien el motivo que esconde esta caída de la rentabilidad, que se mueve de forma inversa al precio, es el bajo consumo alemán. 'Una victoria de Merkel, seguida de las medidas que impulsarían el consumo podría provocar un repunte de la deuda a largo'. Por el contrario, una paralización de las reformas económicas amenazaría con prolongar el estancamiento y retrasaría subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo. En todo caso, no son sostenibles tipos tan bajos, por debajo del 3%, en la deuda a largo plazo, según los expertos.

Una Bolsa atractiva, pero de sesgo cíclico

Con independencia del impacto que a corto plazo pueda tener el resultado electoral del domingo, los analistas coinciden en señalar el atractivo de la Bolsa alemana, especialmente por su valoración. El PER de 2005 (número de veces que el beneficio por acción está contenido en la cotización) del índice Dax, el principal indicador de la renta variable teutona, es de 14,2 veces frente a las 15,1 veces del Ibex 35 o las 16,6 veces del S&P 500 estadounidense.'Hay varios datos para sentirse optimista con respecto a la Bolsa alemana', señala José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup en España. 'En primer lugar, su asequible valoración. Además empiezan a surgir indicios acerca de una posible recuperación económica. Asimismo, las empresas están inmersas en un intenso proceso de reestructuración', añade.Las beneficios conjuntos de las compañías del Dax este ejercicio alcanzarán los 46.741 millones de euros, según los datos de consenso de mercado recopilados por JCF Group. Esta cantidad implicaría un aumento del 32% con respecto a 2004. Las ganancias alcanzarán los 53.057 millones en 2006, según las previsiones.En el caso de que Angela Merkel, la candidata del centro-derecha alemán que muchos bancos de inversión comparan en sus informes con la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, gane de forma holgada las elecciones, el índice Dax podría acabar el año en los 5.200 puntos, un 4,2% más que su nivel actual, según Sal Oppenheim.Los sectores del mercado alemán que más gustan a los expertos de este banco privado son el de las eléctricas ('se podría alargar el periodo operativo de las plantas nucleares'); bancos ('aparte de los rumores de concentración las entidades están mejorando su flexibilidad y reduciendo sus provisiones'); y automóviles ('se pueden beneficiar de los recortes laborales y de la reforma de los impuestos').En JPMorgan destacan las bondades de la Bolsa alemana a largo plazo. Sin embargo, recomiendan más cautela en el corto y medio plazo. 'Nuestro modelo augura un periodo bajista para la renta variable en general en los próximos meses, algo que afectará en mayor medida a Alemania ya que en el Dax pesan mucho las compañías de corte cíclico', apuntan estos expertos.'Los valores mejor situados si gana Merkel deberían ser Eon, RWE y Deutsche Telekom. Es difícil destacar perdedores claros', resumen los analistas de Caja Madrid Bolsa.

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