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CincoSentidos

Katrina mueve a EE UU a solidarizarse con los suyos

En las asociaciones religiosas, políticas y organizaciones no gubernamentales de carácter social de Estados Unidos la actividad es frenética. Desde que el huracán Katrina asoló el sur de Misisipi, Alabama y Luisiana, no sólo se gestiona la asistencia a la zona del desastre sino que, además, se recogen más donaciones que nunca para financiar esta actividad.

Empresas, fundaciones, artistas, asociaciones y ciudadanos, atónitos al ver las acuciantes necesidades de sus compatriotas, están abriendo su cartera para que la Cruz Roja, el Ejército de Salvación y Network for good (algo así como Red por el bien), entre otras organizaciones, dispensen una ayuda frecuente en países en desarrollo. Algo que era muy poco previsible que se hubiese necesitado en la primera potencia económica y militar del mundo.

Una de ellas, Oxfam American, se sincera y asegura en su página en Internet que generalmente enfoca su respuesta de emergencia 'en regiones donde los Gobiernos o los grupos de sociedad civil tienen poca o ninguna capacidad de responder de forma efectiva'. 'La respuesta al Katrina ha sido un fracaso institucional en todos los niveles del Gobierno', asegura Raymond Offenheiser, presidente de esta organización.

Oxfam llevaba 15 años trabajando en proyectos de desarrollo en la zona afectada por el huracán, con socios sobre el terreno. No en vano, Misisipi es junto con Luisiana los dos estados que encabezan el ranking de población de EE UU que vive bajo el umbral de la pobreza (el 21,6% y el 19,4%, respectivamente, según datos del censo de 2004). Pero esta vez es diferente. Por primera vez en sus 35 años de historia, la organización ha lanzado una campaña de ayuda humanitaria 'como respuesta a la inadecuada coordinación del Gobierno en la ayuda a las víctimas del Katrina'.

'El huracán nos ha forzado a volver a evaluar nuestras asunciones', comenta el portavoz de Oxfam Steve Greene. En EE UU tenemos muchos recursos, no es un problema de escasez, sino de logística y de planificación'. Según Greene, Katrina ha expuesto la 'pobreza que hay en el país'.

Lenta respuesta

No son los únicos críticos. El reverendo Cecil Williams, presidente de la Fundación Glide, que ayuda a los más pobres en San Francisco, criticó con dureza la actuación del equipo de George Bush. 'Uno esperaría que con una ciudad bajo el agua, el Gobierno hiciera algo significativo', dice Williams. 'Fueron muy lentos en responder'.

En opinión del reverendo Williams, 'el Gobierno de este país no se ocupa de la situación de los pobres. Quiere mantenerlos en una posición en la que no prosperen ni ganen mucho'. Considera que en la sociedad americana 'sólo hay dos clases: los ricos y los pobres, y cualquier tipo de catástrofe natural siempre golpea con más fuerza a los que están en peor situación'.

Williams recibe normalmente la ayuda de uno de los hombres más ricos del mundo y el segundo de EE UU. De nuevo este año, el inversor Warren Buffet subastó un almuerzo en eBay por el que se pagaron 351.100 dólares que fueron a parar a Glide. Williams no ha aportado aún las cifras de lo que su organización lleva recaudado para el Katrina y con la que participa en la ayuda de emergencia para varias iglesias metodistas de Luisiana, Misisipi y Texas, un fondo para asistir a las víctimas y ayudar a las que se han desplazado a la región de San Francisco.

Recaudación en aumento

Con cantidades como las que se barajan es fácil que se superen los 1.000 millones que los estadounidenses donaron por el tsunami.Los que dan cuenta de lo que recaudan son organizaciones como la Cruz Roja. De momento hay fondos por valor de 585 millones de dólares. UBS, Canon, la NFL, Merck han contribuido con un millón de dólares cada una, Starbucks con cinco y BP y Lilly Endowment, con 10 millones más. Move On.org, un movimiento político de oposición a Bush, ha organizado una acogida de refugiados en casas particulares y de momento tienen más de 200.000 camas. También ha contribuido la española Sos Cuétara con intereses en EE UU. El Ejército de Salvación ha recogido 74 millones hasta ahora.¿Entiende que algún contribuyente decida no colaborar con una ayuda de emergencia a la primera economía del planeta?, se le ha preguntado a alguna de estas organizaciones. Tras unas dudas, Greene, de Oxfam, dijo que 'la gente tiene el derecho de no dar'. 'Esa si que es una pregunta inusual', señalaron en el Ejército de Salvación. Y se quedó sin contestar.

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