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Cinco Red

Las nuevas tecnologías seducen al sector del automóvil

Los coches comienzan a abandonar la era de la fricción y entran en la de la electrónica. Para las empresas de sectores punteros son un paraíso virgen a conquistar

Los coches se han vuelto inteligentes, literalmente. Los ordenadores de abordo se han generalizado en los últimos años. En el caso de Citroën, por ejemplo, la única gama que no incorpora un ordenador es la C1, el resto de ellas (de la C2 a la C5, y el Picasso), lo incluyen. Lo cierto es que para las compañías de semiconductores y chips este es un mercado del que van a sacar una jugosa tajada. Si en campos tradicionales como el del PC hay poco donde rascar, el del automóvil es un terreno que favorecerá la producción de microchips. Se prevé un crecimiento anual del mercado de semiconductores para automóviles del 9% durante los próximos cinco años. Gartner estima que el sector pasará de mover 17.300 millones de dólares en 2004 a 24.000 millones en 2008.

Hasta hace poco un automóvil era poco más inteligente que una lavadora. Mucha fuerza y poco cerebro en una máquina de costes considerables. Pero en los últimos años los coches comienzan a abandonar la era de la fricción y entran en la de la electrónica. Para las empresas de nuevas tecnologías y electrónica de consumo el sector de la automoción es un paraíso virgen a la espera de ser conquistado. Después de haber equipado los hogares ahora le toca el turno al automóvil.

Y esta aspiración de dotar de cerebro al automóvil discurre por dos sendas: la seguridad por un lado, y el ocio y confort por el otro. El coche pasará en breve de ser un amasijo de bielas, pistones y amortiguadores a convertirse en lo que los expertos llaman un sistema, una máquina integrada, donde las partes se conectan entre sí y responden de forma coordinada como un único sistema a los actos del conductor o a las circunstancias externas, así lo describe Ignacio López, ingeniero e investigador del instituto de automoción madrileño Insia, Instituto Universitario de Investigación del Automóvil.

Marcas como General Motors trabajan en coches que se conducen solos

El último grial de la industria de la automoción sería lograr automóviles autónomos que conducen solos. Tanto el Insia como el CSIC desarrollan actualmente proyectos de este tipo. En el primero se trabaja en un sistema de conducción asistido ayudado por un mapa de carreteras mientras que el CSIC desarrolla un proyecto de coche completamente autónomo llamado Autopía. Varias marcas desarrollan sistemas similares, y la última en anunciarlo ha sido GM, según señalaba un artículo de The Economist a finales de agosto.

Pero si la seguridad es una prioridad el ocio es el pretexto perfecto para que los fabricantes de electrónica de consumo equipen el coche de arriba a abajo. Sistemas de audio de gama alta, Bluetooth o navegadores, la mitad de los coches que se vendan en el mundo 2010 tendrán alguno de estos sistemas, según TRG. Y quienes van a sacar tajada de todo esto serán los fabricantes de electrónica de consumo y de semiconductores. Mientras algunas estimaciones sitúan entre el 2% y el 3% el crecimiento del mercado mundial de automóviles, los ingresos del mercado de semiconductores para automóviles aumentarán dos veces más rápido que el mercado global de chips, según Gartner.

En algunos nuevos modelos, como determinados Ford, por ejemplo, los faros están 'conectados' con el volante y giran cuando el coche toma una curva, al mismo tiempo que la suspensión se compensa en cada uno de los lados. El coche actúa de esta forma como un solo sistema. Pero para todo eso hace falta inteligencia, la que proporcionan cientos de microcontroladores, componentes electrónicos que no llegan a la categoría de procesador porque tienen mucha menos capacidad de procesamiento de la información, pero que están optimizados para repetir una y otra vez determinadas funciones de control, como activar los parabrisas cuando caen las primeras gotas de lluvia o encender las luces cuando empieza a oscurecer.

En 2004, un modelo de gama baja podía tener unos 25 a 30 módulos electrónicos, hoy un modelo de gama alta tiene más de 70. 'Se están produciendo cambios radicales en la estructura electrónica de los vehículos', dice José Antonio Teruel, que es ingeniero en el RACC. Los sistemas de entretenimiento se han sofisticado, al igual que los de seguridad, muchos conductores pueden controlar algunas funciones usando la voz, o esperar que el automóvil responda por sí mismo a las condiciones del entorno (oscuridad, lluvia, hielo, etc.). A la voz de 'luces', los faros se iluminan en algunos modelos de Ford de la gama Focus o Mondeo, y basta con decir con 'temperatura 20 grados' para que el aire acondicionado responda.

De un año a esta parte han comenzado a introducirse de forma masiva sistemas de control de voz en diferentes marcas, y desde hace algo menos los faros direccionales, que sigue la trayectoria del coche. 'Son opciones que valen dinero pero quien puede lo paga', dicen Eusebio Ruiz, de Ford. Un equipo que incluye GPS, teléfono, equipo de alta fidelidad y un sistema de control por voz cuesta en los modelos de Citroën unos 2.500 euros. El porcentaje de clientes que deciden instalarlo cuando compran uno de sus coches es 'pequeño, pero creciente', confirma Luis Porro, de Citroën. Estas son algunas de las áreas en las que las nuevas tecnologías se están generalizando dentro del sector de la automoción.

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