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Coyuntura

La OCDE teme que el Katrina trastoque sus previsiones

La OCDE, que reúne al club de los países más ricos del mundo, advierte de que el pasado huracán Katrina podría acabar afectando más al crecimiento de la zona euro que al de Estados Unidos, debido a la fragilidad económica que vive actualmente el Viejo Continente.

La explicación pasa por el posible efecto indirecto del huracán (desabastecimiento de crudo y destrucción de la capacidad de refino) sobre el precio del petróleo, una materia prima de la que depende mucho más Europa.

Así lo dispuso ayer el economista jefe del organismo con sede en París, Jean-Philippe Cotis, en la presentación de las perspectivas económicas de las principales áreas económicas del Planeta (Zona Euro, Japón y EE UU). Cotis apuntó que la recuperación en el Viejo Continente 'apenas estaba empezando'. La OCDE presentó ayer unas previsiones oficiales de crecimiento para la zona euro que oscilan entre el 1,5% y el 2% para el segundo semestre del año, lo que aportaría un crecimiento anual medio del 1,3%, una décima más de lo estimado en mayo. Sin embargo, Cotis avisó ayer en rueda de prensa que esta estimación no tiene en cuenta los 'más que posibles efectos negativos' de Katrina sobre los precios del petróleo en las próximas semanas, por lo que la cifra del 1,3% de PIB para la zona es difícil de que se cumpla ahora. De esta forma, el citado huracán, que azotó Nueva Orleans la semana pasada, 'va a empañar de nuevo una reactivación en la zona euro, que se ha ido anunciando en reiteradas veces y otras tantas han sido abortadas'.

Para el caso de Estados Unidos las perspectivas son mejores, aunque a corto plazo se resentirá en gran medida. Así, la organización mantiene su previsión de crecimiento del 3,6% para 2005, pero estima que los efectos de Katrina podrían costar al PIB estadounidense entre 0,25 y 0,50 puntos durante el segundo semestre, crecimiento que se recuperaría en los trimestres posteriores.

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Eso sí, se vislumbra un repunte de la inflación en EE UU, fruto de la subida del precio del petróleo. A ello se deben añadir los daños propiamente materiales, causados en el río Misisipí, donde están instaladas muchas industrias (aparte de las refinerías) que se han visto obligadas a interrumpir su producción.

Para el conjunto de los países de la OCDE, las perspectivas son algo más desfavorables. Se cuenta con un crecimiento medio del 2,4% pero se recuerda que una subida de 15 dólares en el precio del barril de crudo podría costarles otras tres o cuatro décimas de crecimiento.

Lo que más pesa ahora, según Cotis, es la 'incertidumbre' que pueda haber en consumidores e inversores por una escasa oferta de crudo respecto a la creciente demanda. Esta situación se ha visto acentuada, a su juicio, por la reticencia de algunos países productores a instalar más refinerías en su suelo. Estados Unidos, por ejemplo, no ha construido ninguna desde los años setenta.

El economista jefe alabó, por otra parte, la actitud del Banco Central Europeo (BCE), artífice de que la inflación no haya subido en la zona euro pese a la escalada del crudo. En este sentido, se mostró de acuerdo con la institución que dirige el francés Jean-Claude Trichet sobre la 'innecesaria' subida de tipos de interés (están en el 2%), al menos hasta finales de año.

Buena nota para España, pero preocupa la vivienda

Si Europa mantiene serias incertidumbres en cuanto a su recuperación, no ocurre lo mismo con la economía española.España, según Cotis, sigue dando buenas noticias por su capacidad de resistencia en comparación con otros países de la zona euro, como Francia o Alemania.La OCDE prevé que España crezca en torno a un 3% en 2005, más de un punto y medio con respecto a la media de la zona euro.Sin embargo, podría 'sufrir más que otros' países desarrollados si los precios del sector inmobiliario 'bajasen brutalmente'. El organismo explicó que en Europa continental, la evolución al alza de los precios de la vivienda está desconectado de la situación económica, marcada por la debilidad de la demanda interna. Un riesgo que 'no es despreciable' y que parece controlado, cuando menos en Estados Unidos y el Reino Unido.No es la primera vez que la OCDE alerta de una posible 'burbuja' inmobiliaria en España, aviso recogido también por otras instituciones multilaterales como el FMI, o desde dentro del país, como el Banco de España. En todo caso, la situación económica de España es envidiable si se compara con Alemania.La OCDE prevé que el gigante centroeuropeo sólo crezca un 0,4% en el cuarto trimestre, lo que supondría un crecimiento medio del 1% en todo el año, algo que se estima escaso, sobre todo si se tiene en cuenta que el Gobierno germano necesita de una buena situación económica para mejorar su situación presupuestaria (el déficit fiscal se encuentra por encima de los límites impuestos por la UE).En cambio, para Japón baraja cifras más halagüeñas (1,8%), después de años de estancamiento.

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