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Contaminación

Nueve Estados norteamericanos acuerdan reducir sus emisiones de CO2

Nueva York, Massachussets, Nueva Jersey o Maine son algunos de los nueve Estados americanos que han firmado una propuesta para recortar las emisiones de C02 de sus centrales eléctricas hasta un 10% en 2020. Este acuerdo, al que ha tenido acceso The New York Times, supone un inesperado impulso para el Protocolo de Kioto, al que la Administración Bush siempre ha dado la espalda.

Estados Unidos está a punto de dar un paso de gigante en la lucha contra el cambio climático a pesar del Gobierno de George Bush, que siempre se ha mostrado en contra de regular las emisiones de gases de efecto invernadero. Nueve Estados del noreste han firmado un preacuerdo en el que se planifica la reducción progresiva de las emisiones de CO2 de unas 600 centrales eléctricas, siguiendo la estela marcada por el Protocolo de Kioto.

La noticia da un inesperado impulso al acuerdo de Naciones Unidas contra el cambio climático, que siempre ha sido muy criticado en cuanto que no había conseguido el apoyo del país más contaminador del mundo. La alianza entre estos nueve Estados, de la que se hacía ayer eco The New York Times, abre un nuevo camino en las políticas medioambientales de EE UU aunque todavía no ha sido aprobado de manera oficial.

La iniciativa ha partido de George Pataki, el gobernador republicano de Nueva York, quien empezó a trabajar conjuntamente con otros Estados en 2003 cuando EE UU decidió no ratificar Kioto. Connecticut, Delaware, Maine, Massachussets, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y Vermont son los Estados englobados en esta iniciativa a la que podrían unirse en breve California, Washington y Oregón, que ya han hablado de proyectos encaminados a recortar la producción de gases contaminantes.

El gobernador Pataki, quien según el rotativo neoyorquino podría ser el próximo candidato republicano, ha repetido en varias ocasiones que los Estados debían actuar por cuenta propia en la lucha contra el calentamiento global ya que las políticas de Bush habían obviado este problema.

EE UU produce una cuarta parte de todas las emisiones de dióxido de carbono del planeta. Sólo los nueve Estados que han firmado este plan de recortes contaminan lo equivalente a toda Alemania, según grupos ecologistas citados por el periódico estadounidense. Las reducciones previstas en la propuesta deberán hacerse efectivas a partir de 2009 y suponen reducir en 150 millones de toneladas sus emisiones anuales de CO2.

Detalles y críticas

Cada Estado tiene sus propios objetivos. Nueva York sufre los recortes más importantes, que suponen una reducción anual de 65,6 millones de toneladas de CO2. Este límite se impondrá hasta 2015, fecha a partir de la cual se marcarán nuevos recortes para lograr una reducción final del 10% en 2020 respecto a los niveles de emisión actuales.

En el plano más crítico este programa puede resultar, a pesar de todo, insuficiente si se tiene en cuenta que los objetivos del Protocolo de Kioto marcan una reducción media global de las emisiones de CO2 del 5,2% para 2012 y respecto a las emisiones de 1990. Los objetivos, poco agresivos, son un avance ante la falta de medidas para la reducción de gases contaminantes en EE UU.

Los demócratas creen que estas regulaciones sólo van a hacer que suba el precio de la electricidad y creen que es más efectivo dedicar los fondos de las eléctricas a tecnologías limpias en lugar de comprar derechos de emisión.

Nuevas esperanzas

153 países que generan el 61,6% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero han ratificado el Protocolo de Kioto. Todo un avance para un tratado que se pensó que nunca se llegaría a aplicar hasta la ratificación de Rusia en octubre de 2004. Con la firma de este país se cumplió la condición para su puesta en marcha de sumar al menos el 55% de la generación de los gases contaminantes.La participación de EE UU también se ha calificado de imposible, pero estas iniciativas de los Estados abren una puerta a la esperanza, que quizás se refleje en la próxima reunión sobre cambio climático de Naciones Unidas en Montreal a finales de año. El reto ahora es marcar los objetivos para después de 2012. Aunque el G-8 no se llegue a poner de acuerdo en este tema, la Unión Europea ya tiene marcadas sus propias metas: una reducción de entre el 15% y 30% para 2020; que llegaran hasta el 60% u 80% en 2050.

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